El Tratado de Lisboa vuelve a estar en el alero. Los euroescépticos checos cumplieron sus amenazas: un grupo de 17 senadores, la mayoría del Partido Democrático Cívico (ODS, centroderecha), presentaron ayer un recurso ante el Tribunal Constitucional en Praga contra el Tratado de Lisboa, lo que supone un serio revés para su entrada en vigor.
El recurso contra el Tratado de Lisboa amenaza con llevar a la República Checa, país que presume de estar en el corazón de Europa, a su mayor aislamiento internacional desde la caída del comunismo. Los partidos políticos checos, incluso el ODS -al que pertenecen la mayoría de los 17 senadores que pretenden boicotear la ratificación del tratado-, criticaron ayer con dureza la impugnación del texto ante el Tribunal Constitucional: consideran que perjudicará al país, que corre el peligro de perder influencia y quedarse aislado en la UE.
Gordon Brown eligió ayer la sobriedad y la micropolítica como medicina para intentar levantar la moral de combate del laborismo. El impopular primer ministro británico, que parece abocado a una clara derrota en las elecciones generales de la próxima primavera, renunció a las florituras en y se decantó por presentar la plataforma en la que los laboristas quieren encuadrar esa batalla electoral.
La vieja guardia del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) rindió ayer casi todas sus posiciones tras la debacle electoral del domingo. Resiste Frank-Walter Steinmeier, que se conformó con resultar elegido para dirigir el grupo parlamentario. El domingo, Steinmeier encajó como candidato a la cancillería la peor derrota del SPD desde la II Guerra Mundial.
No deja de ser curioso que la cara amable del actual régimen hondureño sea la del general que, el pasado 28 de junio, ejecutó el secuestro del presidente Manuel Zelaya y su inmediata expulsión a Costa Rica, a punta de pistola y en pijama.
Irán advirtió ayer que no va a hablar de sus "derechos nucleares" en Ginebra. A dos días de las conversaciones sobre su programa atómico con las grandes potencias, esa declaración parece vaciar de contenido la cita en esa ciudad suiza.
Las ONG y fuentes médicas elevaron ayer al menos a 157 el número de muertos y a 1.253 el de heridos en la represión policial de una manifestación de la oposición en Conakry, la capital de Guinea, el pasado lunes.