Juan está sentado en un banco de piedra en una plaza cualquiera del centro de Madrid. Apura un menú de comida rápida. Cuando acaba se limpia el morro con una servilleta y deja en el suelo el vaso de plástico, el cartón de las patatas y el envoltorio de la hamburguesa.
Hasta el acento de la presentadora era castizo anoche en la plaza de la Paja con motivo de las fiestas de la Paloma. Tan madrileño era todo que Ona, la ganadora del concurso de drag queens,llevaba un disfraz de gata bajo el vestido que se quitó, súbitamente, en el escenario.
Muchos de los pintores de la plaza Mayor también se han ido a la playa, donde las caricaturas parece que tienen más éxito. Los que se han quedado, apostados al comienzo de la calle de Toledo, acogen de buen grado la decisión que anunció ayer el concejal del distrito Centro, Enrique Núñez, de regular su situación.
R. FRAGUAS | Madrid
El artesano construye instrumentos desde hace más de 50 años