La fiesta del cine español
R. GARCÍA / G. BELINCHÓN | Madrid
Fue una noche imprevisible, en la que el filme por el que nadie apostaba, La soledad, ganó el Goya a la mejor película y a la mejor dirección para Jaime Rosales; una noche en la que la Academia por fin hizo justicia con Maribel Verdú, premiada como mejor actriz por Siete mesas de billar francés tras cuatro candidaturas fallidas y una velada en la que Alfredo Landa, bloqueado por la emoción, no encontró las palabras para agradecer el Goya de honor a toda su carrera.
GREGORIO BELINCHÓN | Madrid
La 22ª gala de los Goya reunió a la industria del cine, que acudió con optimismo a su gran noche
Ya antes de celebrarse la gala de ayer, los Premios Goya se habían convertido en una gran fiesta para la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC). Entre los candidatos a los galardones había una docena de profesionales estrechamente vinculados a la entidad, gestionada por una fundación con miembros como la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, Filmax y la SGAE, y dirigida por Josep Maixenchs.
Representantes de los guionistas de Hollywood y de las productoras han mantenido conversaciones informales durante las que han eliminado los principales obstáculos para la firma de un nuevo convenio. Según fuentes conocedoras de la situación, ello podría desembocar en un acuerdo tentativo esta misma semana que pondría fin a una huelga que entra ahora en su cuarto mes de duración.
ISABEL LAFONT | Madrid
Los historiadores del arte lo han proclamado, junto con Joseph Beuys y Andy Warhol, "santo patrón de la posmodernidad". Desde principios de los setenta, John Baldessari (National City, California, 1931) ha cuestionado la relación entre imágenes y significado usando y manipulando fotografías (en collages, acompañadas por textos...), en piezas que han definido los parámetros de la creación conceptual.