Europa convulsa
Entre besos, sonrisas y gestos de complicidad, el directorio franco-alemán que lidera la Unión Europea, es decir Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, informaron ayer al mundo desde el palacio del Elíseo de que han alcanzado un acuerdo para "salvar el euro" y "reforzar y armonizar" la integración fiscal y presupuestaria de Europa.
El compromiso político alcanzado por Nicolas Sarkozy y Angela Merkel de impulsar una reforma de los tratados europeos para salvar el euro supone un quebradero de cabeza para el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, pero hoy por hoy no se vislumbra en el horizonte ningún nubarrón en forma de bloqueo británico.
Mario Monti dedicó todo el día de ayer a explicar su decreto ley del domingo por la noche. El orden en que lo hizo -primero ante la prensa extranjera, luego ante los diputados y finalmente ante los senadores- ya arroja una pista de cuáles son sus prioridades.
El presidente en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente in pectore, Mariano Rajoy, no hablaron ayer -según fuentes de su entorno- sobre la propuesta de reforma de la UE lanzada en París por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.
"Grecia será un caso único y la quita voluntaria será única". Con estas palabras, la canciller alemana, Ángela Merkel, ha dado un giro radical a una de las decisiones que más han agravado la crisis de la deuda soberana.
WALTER OPPENHEIMER | Dublín
Las reformas que se vislumbran empujan a Dublín a elegir entre los privilegios fiscales que espolean su economía o el núcleo duro del euro
En los últimos meses, las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) han sufrido contundentes derrotas militares y hoy, seguramente, encajarán otro golpe político. Está previsto que miles de personas salgan a las calles de Colombia para exigirles su inmediata disolución.
JORGE MARIRRODRIGA | Madrid
El partido Rusia Unida (RU) puede aprovecharse todavía de su privilegiada posición para convertirse en la primera fuerza de la Duma Estatal, pero no logra ya una arrolladora mayoría, porque el electorado, en la medida en que le han dejado expresarse, ha castigado al partido de Vladímir Putin y Dmitri Medvédev.