El fin de una era en Italia
Los italianos nunca olvidarán el sábado 12 de noviembre de 2011. Minutos antes de las diez de la noche de un día interminable, y después de agarrarse desesperadamente a un poder que no supo ostentar con dignidad, el magnate de la comunicación Silvio Berlusconi, de 75 años, dimitió finalmente como primer ministro del Gobierno de Italia.
Un gentleman. La palabra surge una y otra vez cuando hoy se inquiere en Bruselas sobre Mario Monti, a sus 68 años primer ministro in pectore de Italia. Pero también se le adjetiva como serio, riguroso, exquisito, valiente, cariñoso, inteligente, extraordinario, europeísta, tecnócrata, reservado...
Un día de abril de 2006, Silvio Berlusconi convocó a la prensa a la sede del Gobierno para lanzar una diatriba terrible contra los jueces, la banca, la prensa y las grandes empresas. Llegó a pedir, con el rostro inyectado en sangre, que la ONU enviara observadores internacionales a Italia para evitar que los comunistas robaran las elecciones.
Silvio Berlusconi está imputado en tres juicios y se le investiga en otros dos más. Aunque llegue a ser un simple diputado, la inmunidad parlamentaria seguirá protegiéndolo. Hasta ahora ha podido escabullirse, alargando los tiempos ya bíblicos de la justicia italiana, gracias a varias leyes confeccionadas a la medida de sus líos.
A principios de agosto, los especuladores empezaron a apostar por la incapacidad de Italia de cubrir su deuda soberana. Los datos negros llovían sobre Roma desde la Bolsa de Milán. El primer ministro, empeñado en negar la evidencia, tuvo que comparecer ante el Parlamento para calmar la tensión, sin lograrlo.
Los mercados europeos han "despedido" a Silvio Berlusconi. Es un alivio saber a un monstruo semejante apartado de la vida pública. Pero no será tan fácil desberlusconizar Italia ni erradicar el microbio que ha difundido por toda Europa.
Europa convulsa
JOSÉ IGNACIO TORREBLANCA
La crisis del euro impulsa el populismo y la tecnocracia a nivel nacional y europeo
La crisis de la deuda ha puesto al descubierto las ya conocidas debilidades de la construcción del euro y envejecido prematuramente el Tratado de Lisboa. Un Tratado que el 1 de diciembre cumplirá dos años de existencia, aunque su gestación exigió más de ocho de trabajos, incluidos los de la frustrada Constitución Europea.
Michelle Obama dijo en una ocasión, en relación con el carácter de su marido, que "no se puede entender a Barack hasta que se entiende Hawai". Difícil labor, porque este es un territorio social y culturalmente confuso, tan variado y complejo como la biografía y la personalidad del presidente.