Así en el teatro como en la favela
El que siembra recoge. Y José Antonio Abreu no ha hecho otra cosa que sembrar toda su vida. Sembrar música y acción social; talento y compromiso. Pero puede que nunca sospechara la rentabilidad que podía llegar a sacar a su cosecha. Estos días está cayendo en la verdadera y desbordante dimensión global de una obra que comenzó a pergeñar hace 36 años en Caracas.