La muerte de Bin Laden
Al Qaeda confirmó ayer la muerte de su líder, Osama bin Laden, y prometió vengar su sangre con próximos ataques contra EE UU, al que auguró que "su felicidad se convertirá en tristeza". Al tiempo, nuevos datos oficiales sobre el asalto a la residencia de Abbottabad parecen probar que el célebre terrorista tenía un seguimiento más directo de las acciones de su organización de lo que se presumía y estuvo personalmente implicado en la discusión de un atentado contra trenes norteamericanos coincidiendo con el décimo aniversario del 11-S.
Tras la muerte de Bin Laden, "la guerra en Afganistán entra en una nueva fase", dijo ayer Barack Obama en la primera de sus valoraciones sobre la repercusión que la desaparición del líder de Al Qaeda puede tener en los diferentes frentes en los que Estados Unidos libra su guerra contra el terrorismo.
El régimen sirio actúa ya como una dictadura acorralada. Además de masacrar a su población, intenta descabezar cualquier posibilidad de alternativa democrática. La policía detuvo ayer al empresario Riad Seif y al teólogo Muaz el Jatib, dos personalidades de gran relieve que podían erigirse en líderes de la revuelta.
Elecciones en Reino Unido
La tradicional jornada electoral del primer jueves de mayo en Reino Unido dio la victoria a dos políticos muy peculiares: un primer ministro británico que ha puesto en marcha el programa de recortes más salvaje que vive el país desde la Segunda Guerra Mundial y un independentista escocés que difícilmente conseguirá la independencia de Escocia.
Los independentistas del Partido Nacionalista Escocés (SNP) obtuvieron un histórico triunfo en las elecciones autonómicas del jueves que les ha dado la mayoría absoluta y les permitirá convocar un referéndum sobre la independencia de Escocia. Aunque los sondeos ya auguraban su victoria, muy pocos esperaban que el partido que lidera el carismático Alex Salmond alcanzara la barrera de la mayoría absoluta.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa pretende darle una vuelta de tuerca a la Constitución aprobada en 2008 para afianzar su poder y tener el control del único sistema que le falta: el judicial. Para ello ha recurrido a su arma favorita: el referéndum.
La nuclear de Hamaoka se enorgullecía de estar en la peor zona sísmica de Japón, sobre la confluencia de tres placas tectónicas. Pero Fukushima lo cambió todo y Japón ya no se vanagloria de desafiar los terremotos. Ayer, el primer ministro, Naoto Kan, pidió a la eléctrica Chubu que pare sin fecha los tres reactores de Hamaoka.