La quiebra de una aerolínea
Parte del premio Gordo de la lotería recayó ayer en un grupo del trabajadores de las agencias de viajes del grupo Marsans como un capricho de guión. Pero no hay justicia poética en este guiño del azar, porque la bancarrota de Air Comet, la compañía del grupo Marsans y del presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha dejado colgados 640 trabajadores y unos 7.000 viajeros que debían volar estas navidades.
Juan Carlos Ceballos se acomoda detrás del mostrador de Air Comet en la terminal 1 y ojea una lista de pasajeros con destino a Quito. Nadie le grita o le reclama un billete. Nadie se pelea con él porque no es un empleado. Es un viajero que aterrizó en Madrid a las tres de la mañana de ayer y encontró que su vuelo a Ecuador estaba cerrado.
Poco va a subir el sueldo de quienes menos cobran en 2010. Apenas poco más de seis euros al mes si se cumplen los planes previstos por el Gobierno. El Ministerio de Trabajo ha propuesto un aumento del 1% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el año que viene, según anunciaron ayer UGT y CC OO.
Estados Unidos crece. Pero ni con el vigor que se esperaba, ni con la fuerza necesaria para generar empleo. La expansión en el tercer trimestre quedó en una tasa anualizada del 2,2% (0,5% trimestral), seis décimas menos de lo anunciado hace un mes y muy lejos del 3,5% que se dijo en la primera estimación.
Nadie puede decir que la decisión de Moody's le haya pillado desprevenido. Es la tercera agencia de calificación en rebajar el rating de la deuda a largo plazo de Grecia en las últimas semanas y hasta el propio Gobierno reconocía que contaba con ello. Es más.