Elecciones en Japón
Fustigado por un ciclón que sumió buena parte del archipiélago en lluvias torrenciales y vientos huracanados, Japón encaró ayer el inicio de una transición política sin parangón desde la II Guerra Mundial. Los acuciantes problemas económicos y sociales que azotan a la segunda potencia económica mundial no permitieron al Partido Demócrata de Japón (PDJ) dedicarse a celebrar su histórico triunfo.
Como los tsunamis que con frecuencia barren las costas del archipiélago, las elecciones del domingo acabaron de un zarpazo con muchos de los grandes barones del Partido Liberal Democrático (PLD). Fundadores o descendientes de dinastías políticas fueron fulminados por la nueva galaxia, más joven, más inexperta y con más mujeres, que conforma las filas del Partido Demócrata de Japón (PDJ).
La canciller alemana, Angela Merkel, se defendió ayer de las críticas a su campaña electoral tras el serio revés sufrido en los comicios celebrados el domingo en tres Estados. En una conferencia de prensa en Berlín, Merkel insistió en que la Unión Demócrata Cristiana (CDU) mantendrá su estrategia para las generales del 27 de septiembre.
Al término del mes más mortífero para los soldados estadounidenses desde que comenzó la invasión de Afganistán, el nuevo comandante al mando de las tropas aliadas, el general Stanley McChrystal, recomendó ayer al presidente Barack Obama que modifique su estrategia de lucha contra los ataques de los talibanes y Al Qaeda en el país asiático.
Con la mirada puesta en las elecciones presidenciales que se celebrarán en octubre del año que viene, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, proclamó ayer un "nuevo día de la independencia" de su país con la presentación del marco legal que deberá articular las reglas de explotación de las ingentes cantidades de petróleo descubiertas en los litorales de Río de Janeiro, São Paulo y Espíritu Santo.
Las llamas continuaban ayer avanzando en el condado de Los Ángeles (EE UU), donde un incendio incontrolado ha causado la muerte de dos bomberos, arrasado más de 34.000 hectáreas y calcinado decenas de casas.
Alí Ben Bongo se autoproclamó ayer vencedor en las elecciones presidenciales del domingo en Gabón, las primeras después de más de 40 años de dictadura de su padre, Omar Bongo, fallecido en junio. Acto seguido sus dos principales rivales reivindicaron la victoria y acusaron al primogénito de Omar Bongo de amañar los comicios para asegurar una sucesión dinástica en el país centroafricano, rico en petróleo.