Los escándalos que afectan al PP
Cuando el juez Baltasar Garzón ordenó la detención de los principales integrantes de la trama corrupta vinculada a gobiernos del PP que dirigía Francisco Correa y también un registro en la sede principal de la red empresarial, la policía encontró en poder del contable de la misma, José Luis Izquierdo.
Primero no le conocía. Después, no tuvo más remedio que aceptar que le era, cuando menos, familiar y la fuerza de los hechos evidenció una íntima relación con Álvaro Pérez, El Bigotes, un amigo cuya empresa, Orange Market, trabajaba para la Generalitat Valenciana y hacía generosos regalos a altos cargos del Gobierno autonómico.
Los socialistas buscaron ayer la revancha de los ataques del PP a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. Se la brindó la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, al acusar al Gobierno de perseguir con ahínco a su partido y al presidente la Generalitat, Francisco Camps, a través de la Fiscalía General del Estado, en lugar de a ETA.
El martes por la noche, el pabellón deportivo multiusos Palma Arena acogió uno de los conciertos del verano en Mallorca: la primera actuación de Plácido Domingo en la isla. La semana que viene será Leonard Cohen quien desgranará su repertorio en este velódromo inaugurado hace dos años y medio y adaptado para albergar todo tipo de eventos.
Después de tres meses de padecer atónito el boicoteo del PP valenciano al nombramiento de Leire Pajín como senadora, el PSOE pegó ayer un puñetazo en la mesa de impredecibles consecuencias políticas. José Blanco, ministro de Fomento y vicesecretario general del partido, amenazó con dejar al PP sin representación en todos los organismos que el Parlamento debe renovar a partir de septiembre.
En las últimas semanas, y con redoblado empeño tras el asesinato en Mallorca de dos guardias civiles, el Gobierno repite de foro en foro un mensaje inequívoco: no volverá a haber nunca un proceso de diálogo con ETA. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se comprometió de nuevo a ello el pasado domingo y el lunes en sendas entrevistas.
La bomba lapa que la Guardia Civil descubrió en un coche patrulla tras el asesinato en Mallorca, el 30 de julio, de Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá estaba compuesta por tres kilos de explosivo. Pero su peculiaridad es la forma de colocación: fijada con bridas de sujeción, no con imanes como acostumbra ETA, y bajo el asiento del copiloto.