Reactivar la economía española acarreará unos abultados números rojos en las cuentas públicas. El Gobierno, que llevaba tres años sacando pecho sobre el colchón de superávit amasado en los tiempos de euforia económica, ha empezado a preparar el terreno para lo que viene.
Ya no se dan saltos de gigante. Es el único consuelo. Pasado el susto de Martinsa Fadesa, que supuso incorporar unos 4.300 millones en morosos para el sector financiero, la mora sigue creciendo, pero a menor ritmo. En meses anteriores, esta partida había subido a ritmos de 5.000 o incluso 9.000 millones mensuales.
Henry Paulson, secretario del Tesoro, advirtió ayer de que la crisis financiera puede dar aún giros inesperados. Por eso defendió con firmeza en el Capitolio que los recursos del plan para estabilizar el sistema financiero no se desvíen hacia otros usos, como el rescate del sector del automóvil o frenar la ola de desahucios.
Jerry Yang jugó mal las cartas. Y ahora paga el precio. El cofundador de Yahoo! anunció ayer su cese como consejero delegado del segundo buscador en Internet tan pronto como se encuentre un sucesor. Su oposición a la oferta de compra de Microsoft y la alianza fallida con Google en el ámbito de la publicidad electrónica pusieron su cabeza definitivamente en bandeja.
El Congreso argentino aprobó esta madrugada el paso legal previo a la expropiación de la compañía aérea Aerolíneas Argentinas, propiedad del grupo español Marsans.
Según informa el Ejecutivo regional, esta ayuda está incluida en un decreto de medidas extraordinarias de apoyo a los autónomos y de fomento del autoempleo aprobado ayer por el Consejo de Gobierno que preside José María Barreda.