Cuando Robinho le limpió la bota agradeciéndole el pase que acababa de dejarle solo delante de la portería del Villarreal, Guti agachó la cabeza y le dio un beso en la nuca. Ningún gesto a la grada. Celebró más el gol de Sneijder que los dos que lo precedieron y que salieron de sus botas. Luego, abandonó el Bernabéu sin cruzar palabra con nadie. Se limitó a sonreír.
E. G. | Madrid
Nadie saca tanta ventaja al segundo
LUIS MARTÍN | Barcelona
Rijkaard reconoce los méritos del rival, pero cree que el Barça todavía puede ganar la Liga
CAYETANO ROS | Valencia
El Valencia suma con el holandés la mitad de goles que el colista
JUAN JOSÉ MATEO | Melbourne
Djokovic dice tener "calidad suficiente" para superar a Federer y Nadal
C. ARRIBAS | Madrid
Odriozola advierte de que seguirá su criterio, sin someterse a ninguna regla preestablecida, al seleccionar los atletas para Pekín