El 'niño jinete' que nunca regresó
Los niños siempre se plantan delante al ver una cámara de fotos. Los ojos muy abiertos, la sonrisa blanca, llena de dientes. Ocurre en cualquier rincón de Mauritania. Luego estallan en una carcajada al reconocerse en la pantalla de cristal líquido. Los dos hermanos Doua, no. Nunca sonríen.