Banderas corta y pega
Ni el coro de cigarras festejando por todo lo alto los 40 grados a la sombra, ni el ambiente de periferia acomodada, y por tanto desierta, en el verano de Madrid. Casi nada delata que tras las persianas echadas de un chalet de la zona de Arturo Soria esencialmente idéntico al siguiente, Antonio Banderas ha trabajado durante dos meses en el montaje de El camino de los ingleses.