Un verso antes de morir
En 1939 dos maestros republicanos se conocieron en la cárcel madrileña de Porlier (un colegio habilitado como prisión); uno daba clases en Móstoles y el otro en Arganda. El 24 de junio de ese año, cuando Gerardo Muñoz esperaba la visita de su mujer y sus cinco hijos, lo sacaron para fusilarlo.