El fraude se cuela por la línea telefónica
La tradicional telefonía fija no es tan buen negocio como se presumía. Los usuarios prefieren cada vez más el móvil para realizar sus llamadas porque es más cómodo y más eficaz que llamar desde casa. De la multitud de compañías que aparecieron en 1998 cuando se rompió el monopolio de Telefónica apenas una decena de ellas están realmente operativas. La competencia entre ellas es feroz, y a veces se utilizan métodos demasiado agresivos que rayan la ilegalidad, cuando no son directamente delictivos.