MAURICIO VICENT | La Habana
Bucear en la obra y en el universo creativo de Alejo Carpentier (La Habana, 1904-París, 1980) es una tarea fabulosa. Dueño de uno de los imaginarios más fascinantes e influyentes de la literatura latinoamericana, el descubridor de lo real maravilloso fue también precursor de la novela histórica, entendida en su sentido moderno, y uno de los intelectuales más lúcidos de su tiempo.
Julio Valdeón (Olmedo, Valladolid, 1936) recibió ayer el Premio Nacional de Historia por su libro Alfonso X: la forja de la España moderna (Temas de Hoy). El catedrático de la Universidad de Valladolid, considerado uno de los principales medievalistas, recibió la noticia en Madrid, donde por la tarde tenía previsto asistir a una sesión de la Academia de la Historia.
Construye en sus cuentos "crónicas de la extrañeza" porque, según dice, eso es para él la literatura. "Desentrañar las cosas raras de lo real. Lo misterioso y extraño que se esconde detrás de cada una de las historias es algo que me apasiona".
El observatorio editorial es el tercer volumen de la peculiar "autobiografía oblicua" que Jorge Herralde publica desde 2000, en que se inició con Opiniones mohicanas. Cómo él dice, es su "paisaje literario de las cuatro últimas décadas".
El Museo Guggenheim Bilbao presentó ayer dos nuevas exposiciones de fondos de su colección permanente con las que propone, en palabras de su comisaria, Petra Joos, "un recorrido casi completo de la historia del arte desde las primeras vanguardias de fines del siglo XIX hasta la abstracción que surge tras la Segunda Guerra Mundial".
Instaladas en los 1.700 metros cuadrados de la iglesia del Monasterio de Nuestra Señora del Prado, en Valladolid, las esculturas de Isabel Ulzurrun (Madrid, 1955) son blandas, abstractas y geométricas.