ROSANA TORRES | Madrid
De valiente, arriesgada y prestigiosa se puede calificar la temporada 2004-2005 del Centro Dramático Nacional (CDN) que presentó ayer su nuevo director, Gerardo Vera. Destacan en ella la ausencia de figurones, a pesar de contar con Tomaz Pandur, el último dios escénico desconocido en España, o Lluís Pasqual; la decisión de llamar teatro Valle-Inclán a la sala Olimpia, que se reabrirá en 2005.
Leopoldo María Panero (Moviedisco / El Europeo) es un objeto tan atractivo como insólito: un cuidado disco-libro con dos CD donde los cantantes Carlos Ann y Bunbury se unen a los escritores José María Ponce y Bruno Galindo para cantar y recitar los atormentados versos de un poeta que reside desde hace años en el Hospital Psiquiátrico de Tafira, en Canarias. Leopoldo María Panero podría convertirse en un espectáculo de directo.
Popkomm reabrió ayer sus puertas más centrada en los negocios y en una nueva sede, Berlín. Acuden 663 expositores de más de 40 países, aunque el ambiente que se respiraba en la feria-exposición es casi íntimo, señal inequívoca de que la industria discográfica aún está lejos de superar la crisis.
JUAN ÁNGEL VELA DEL CAMPO