Adiós a los olvidados
Al final no se fueron tan solos como habían vivido. El presidente francés, Jacques Chirac, se sumó al entierro civil de 57 víctimas de la ola de calor que vivió el mes pasado la capital francesa y cuyos restos no habían sido reclamados por familiar alguno. Entre ellos se encontraba un español, Juan Giner Cerezo, de 73 años, que tuvo derecho a un responso y a una tumba individual en el entierro organizado por el consulado de España en la capital francesa, y al que asistió el cónsul, Fernando Perpiñá.