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Amnistía Internacional denuncia “tortura” y condiciones inhumanas en Alligator Alcatraz

Los migrantes entrevistados por la organización denuncian ser confinados durante horas como castigo en una especie de jaula apodada “la caja”, con las manos esposadas y los pies sujetos al suelo

Algunos migrantes recluidos en centros de detención de Florida han sido confinados durante horas como castigo en una especie de jaula a la intemperie apodada “la caja”, expuestos al calor y los insectos, según testimonios recogidos en un informe de Amnistía Internacional. El informe, publicado esta semana, señala violaciones a los derechos humanos que equivalen a “tortura”, de acuerdo con los estándares internacionales. Las denuncias apuntan a un grave retroceso en materia de derechos humanos en Estados Unidos, así como violaciones a las leyes establecidas por las Naciones Unidas contra la tortura y los tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

El informe se basa en una visita de investigación realizada en septiembre al Krome Detention Center, al suroeste de Miami, y entrevistas a cuatro personas detenidas ahí que habían estado antes en Alligator Alcatraz. Los investigadores también recabaron información de organizaciones locales que ayudan a los migrantes.

Los cuatro entrevistados hablaron con la organización sobre “la caja”, una estructura similar a una jaula de 60x60 centímetros en el patio de Alligator Alcatraz, donde se envía a las personas como castigo. Los recluidos en “la caja” permanecen con las manos esposadas y los pies sujetos al suelo, no pueden sentarse ni cambiar de posición durante horas bajo el calor, con poca agua y sin protección del sol y los insectos, indica el informe. “A la gente la metían en ‘la caja’ solo por pedirles algo a los guardias. Vi a un tipo que lo pusieron allí todo un día”, refirió uno de los entrevistados, de acuerdo con el reporte.

Alligator Alcatraz fue levantado en medio de los humedales de los Everglades, al oeste de Miami, en cuestión de ocho días a finales de junio con carpas de lona y baños y generadores portátiles. Imágenes de adentro del centro muestran unas jaulas de cercas de malla metálica debajo de las enormes carpas con camas para los detenidos. Los entrevistados por Amnistía Internacional dijeron que bajo cada carpa hay ocho jaulas con 32 detenidos en cada una, y que permanecían confinados ahí la mayor parte del día, saliendo únicamente para comer, para lo cual eran “encadenados”.

La investigación de Amnistía Internacional concluyó que los detenidos viven en condiciones inhumanas, con retretes desbordados, acceso limitado a duchas, sin protección contra los mosquitos, con luz artificial las 24 horas y comida y agua de mala calidad. Los hallazgos coinciden con testimonios de detenidos, familiares y abogados recogidos por EL PAÍS.

El reporte indica que el acceso a la atención médica en Alligator Alcatraz es inconsistente e insuficiente, y la negligencia médica es generalizada. Por ejemplo, un solicitante de asilo dijo que fue mordido por una araña y aunque la mordida se infectó, no recibió ningún tratamiento y terminó sometiéndose a una cirugía de emergencia. El hombre dijo que no sabía qué tipo de procedimiento le realizaron y que no le dieron explicación alguna sobre la cirugía.

La organización resalta que negar el acceso a atención médica constituye “trato cruel e inhumano, en violación de la prohibición de la tortura y otros tratos o penas crueles”. También señala que la Convención contra la Tortura de la ONU obliga a los Estados a adoptar medidas para prevenir actos de tortura.

Alligator Alcatraz opera bajo la División de Manejo de Emergencia de Florida (FDEM, en inglés). Amnistía Internacional indica que como el centro “funciona sin ninguna supervisión federal”, carece de “los sistemas básicos de seguimiento utilizados en los centros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)”.

Esto “sienta un precedente peligroso sobre cómo los Estados pueden asociarse con el Gobierno federal para ampliar el alcance de su maquinaria de detención y deportación masiva”, indica el reporte. “La creación y operación de Alligator Alcatraz representa una decisión política deliberada de utilizar el aislamiento, la humillación y la exposición ambiental como instrumentos de disuasión. Su ubicación remota y ambientalmente sensible, junto con la plena discrecionalidad operativa del Estado de Florida, ha generado un régimen de detención que, en la práctica, queda fuera de la supervisión y la rendición de cuentas federales”.

La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) ha impugnado la autoridad del Estado para detener a personas en el sitio, en una de varias demandas contra el centro.

La oficina del gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, describió el informe de Amnistía como “un ataque motivado políticamente” y dijo que “ninguna de estas falsedades es cierta. De hecho, difundir estas acusaciones sin ningún tipo de evidencia podría poner en riesgo la seguridad de nuestro personal y de las personas alojadas en Alligator Alcatraz”. FDEM no respondió a una solicitud de comentario. El Departamento de Seguridad Nacional tampoco respondió.

Varias organizaciones de defensa de los migrantes han denunciado que personas detenidas en Alligator Alcatraz han desaparecido de la base de datos en línea del ICE, y sus abogados y familiares no logran dar con su paradero. La ACLU ha descrito el sitio como “un agujero negro”. Amnistía Internacional señala por su parte que esa falta de acceso “facilita la detención en régimen de incomunicación y constituye desaparición forzada”.

El informe urge a las autoridades federales y estatales a cerrar inmediatamente Alligator Alcatraz y prohibir el uso de instalaciones estatales para detención migratoria. Una jueza de Florida ordenó en agosto desmantelar el centro tras una demanda de grupos medioambientalistas y una tribu indígena local que alega que la operación del centro de detención causaría un daño irreparable al sensible ecosistema de los Everglades, y que el Gobierno violó leyes de protección al medio ambiente al construirlo. Pero una corte de apelaciones pausó el fallo y permitió que siguiera operando mientras el caso se ventilaba en los tribunales, y a finales de octubre lo dejó en el limbo a petición de los abogados del Departamento de Justicia que argumentaron que no podían trabajar debido al cierre del Gobierno federal.

En Krome, la investigación señala hacinamiento y demoras prolongadas en el procesamiento, negligencia médica vinculada a varias muertes en custodia, y el uso excesivo de aislamiento y castigos severos, incluyendo confinamiento solitario prolongado. Las condiciones son inhumanas y degradantes, incluyendo falta de higiene y malos tratos, apunta el informe.

Unas 25 personas han muerto bajo custodia de las autoridades migratorias en lo que va de año, de acuerdo a algunos estimados independientes, una cifra récord. Las autoridades reportan la cifra oficial de 18 fallecidos. Un tercio ha muerto en Florida, la mayoría en Krome. El centro ha sido señalado anteriormente por condiciones de hacinamiento y tratos deshumanizantes.

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