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La política migratoria de Trump reduce mano de obra, retrasa proyectos y sube costos, según la Fed

Los sectores más afectados son los de la hostelería, la agricultura, la construcción y la industria manufacturera

La incertidumbre económica ha congelado los planes de contratación de muchos empresarios de Estados Unidos, pero en los sectores de la agricultura, construcción y manufactura las empresas aún buscan mano de obra. Y no tienen éxito. ¿La razón? La política migratoria del Gobierno de Donald Trump. Es lo que certifica el Libro Beige, la compilación de anécdotas de condiciones económicas en los 12 distritos de la Reserva Federal publicado el miércoles. Este informe pone de manifiesto la tensa situación para la autoridad monetaria que lidia con un mercado laboral que pierde fuelle mientras la presión inflacionaria se reaviva.

La publicación de la Fed, que llega en un momento de apagón de datos oficiales por el cierre parcial del Gobierno federal, recoge situaciones como la de una firma de construcción en Memphis (Tennessee) que está haciendo frente a costos laborales más elevados y retrasos en los proyectos por la reducción de la mano de obra disponible. “Los contactos que se tienen en manufactura, construcción y agricultura continúan reportando déficit de trabajadores debido a que estos no van a trabajar por miedo a las deportaciones”, se explica desde el banco de la Reserva Federal de St. Louis.

En Filadelfia, el banco de este distrito de la Fed señalaba que sus fuentes también notaban la disrupción en los mercados laborales por las políticas antimigratorias. “Un representante de una agencia de empleo informó de una demanda alta por parte de empresas que buscan cubrir puestos que recientemente se han quedado disponibles por cambios en el estatus de los visados de los empleados anteriores”, se informa desde el área de Pensilvania.

También en Filadelfia, una constructora repetía una queja que se oye en otras esquinas del país: la disminución de la disponibilidad de trabajadores nacidos en el extranjero había provocado retrasos en una obra y, en caso de que los contratos aumenten, podría haber una escasez significativa de trabajadores.

Desde Atlanta, se hace énfasis en que los impactos por los cambios de la política migratoria y las redadas son más importantes de lo que se ha reportado hasta ahora, aunque estén concentrados en zonas como el sur de Georgia y sectores como la agricultura y los servicios de bares, hoteles y restaurantes.

El banco de San Francisco de la Reserva Federal recoge otro de los aspectos de la actividad de las autoridades contra los inmigrantes: el impacto en la demanda. Los dueños de pequeños negocios dicen que ha caído la demanda y sus finanzas están bajo presión. Fuentes de la Fed “atribuyen parte de esta caída a los cambios en el comportamiento de los consumidores como respuesta a las políticas antimigratorias”. Los informes que se manejan indican que hay más cierres de negocios, recortes de horas y aumento en la morosidad de estos negocios.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha admitido que el mercado laboral está débil. La situación se describe como “low hire, low fire” (bajas contrataciones y bajos despidos) por la actual incertidumbre. No obstante, la tasa de desempleo no es más elevada por la caída de la población activa, con una menor participación entre inmigrantes.

Un shock negativo

Es algo que también ha observado el Fondo Monetario Internacional (FMI). Su economista jefe, Pierre-Olivier Gourinchas, explicaba en la presentación del informe de perspectivas mundiales esta semana que las políticas restrictivas de la inmigración en Estados Unidos están reduciendo la oferta de mano de obra extranjera, algo que supone shock de oferta negativo que se suma al impacto de los aranceles. “De momento, esto ha sido compensado por el enfriamiento de la demanda laboral”, decía.

El hecho de que la tasa de desempleo no sea más elevada esconde algunos riesgos. “La reducción de la oferta laboral está creando fricciones en el mercado de trabajo, presiones y potencialmente añadiendo costos y reduciendo la producción”, dijo Gourinchas el martes.

Es algo que también recoge el Libro Beige de la Fed en el capítulo que describe la situación de Nueva York. Después de recoger los mismos problemas para encontrar personal para la construcción y servicios de hoteles y restaurantes, el Banco de la Reserva de este Estado afirma que en estos sectores, además de la educación, se ha visto un fuerte crecimiento en salarios.

Para Gourinchas, la disminución en la proporción de trabajadores extranjeros va en la misma dirección que el impacto de los aranceles y está afectando la actividad económica de Estados Unidos. “Nuestra estimación del potencial de crecimiento de EE UU ha sido revisada a la baja y eso refleja la menor contribución de una fuerza laboral que ha sido muy significativa en años anteriores y que no prevemos que siga contribuyendo en el futuro”, dijo.

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