El agresor del marido de Nancy Pelosi recibe una nueva sentencia a cadena perpetua
David DePape, quien ya purga una condena federal de 30 años de prisión, ha sumado un nuevo castigo impuesto por los tribunales estatales
David DePape, el hombre que atacó hace exactamente dos años con un martillo en la cabeza a Paul Pelosi, el esposo de la influyente congresista Nancy Pelosi, ha sido sentenciado este martes por un juez de San Francisco a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. “Es mi intención que el señor DePape nunca abandone la prisión ni reciba ningún beneficio”, ha dicho el magistrado Harry Dorfman antes de dar a conocer el castigo. La nueva sentencia por los delitos de secuestro agravado, allanamiento de morada y retención de un adulto mayor ha sido el resultado de un juicio en los tribunales de California. La pena se suma a los 30 años de cárcel que DePape recibió en mayo tras un juicio por delitos federales.
DePape compareció ante el tribunal vestido con el mono color naranja de los reclusos y con el pelo atado en una colita. Cuando el juez Dorfman le dio la oportunidad de pronunciarse ante los presentes, el hombre leyó por 45 minutos una extensa carta. Esta estaba repleta de teorías conspiranoicas como que el 11 de septiembre fue un atentado planeado en Estados Unidos, que él era un “síquico” y su esposa había sido reemplazada por un doble y de rituales homicidas mágicos. Además, afirmó que el Gobierno le proveyó como defensa a abogados que actuaron en su contra. En ningún momento pidió perdón a la familia Pelosi por el ataque.
“No siento ninguna simpatía por usted. Solo tengo empatía para la víctima que, en este caso, tiene suerte de seguir con vida”, le dijo el juez a DePape. Dorfman consideró que hizo justicia con su decisión. El togado también desechó la petición de la defensa de repetir el juicio. Los abogados del acusado habían solicitado el nuevo proceso al argumentar que el fiscal añadió el secuestro agravado, el cargo más grave, después de que otras tres acusaciones fueran desechadas para que los delitos del fuero federal no se repitieran con los del proceso federal.
Christine Pelosi, hija de Paul y la Nancy Pelosi, leyó un comunicado en el que solicitó al tribunal “la mayor sentencia posible en la ley”. Sus palabras describieron cómo el ataque cambió para siempre la vida de su padre, quien tenía entonces 82 años el día. “Al dormir solo en mi casa aún me hace recordar al acusado entrando a mi casa (...) Fueron necesarios varios meses para volver a sentirme tranquilo y bien”, escribió Paul Pelosi en su mensaje.
Después de la audiencia, Adam Lipson, el abogado del acusado, se dirigió a los medios de comunicación. “Como pudieron ver, el señor DePape no está bien”, dijo el letrado. “Su condición se ha combinado con las terribles cosas que hay en internet que buscan enganchar a la gente y llevarlos por un camino horrible”, afirmó. Durante el proceso judicial se reveló que DePape sufre de un trastorno psicoafectivo que le provoca alucinaciones y delirios. Lipson aseguró que al inicio del proceso descartó la posibilidad de pedir un proceso abreviado por la demencia de su cliente argumentando que esta no podía aplicarse a este caso.
Nacido en Canadá y con más de 20 años en Estados Unidos, DePape era un asiduo consumidor de medios de ultraderecha. Creía que los medios mentían continuamente sobre Donald Trump, una opinión que vertía con ira en varios blogs y foros en línea. Las entradas fueron borradas después del ataque del 28 de octubre de 2022. El acusado era también partidario del culto de QAnon, que considera que la cúpula política de Washington adora al diablo y trafica con niños desde una pizzería de Washington. Aquella noche de otoño, el intruso planeaba romper las rodillas a Pelosi si esta no admitía ante la cámara la trama de corrupción en la que creen involucrada los seguidores trumpistas más radicales. Al no encontrar a la excongresista en casa, atacó a su marido. David DePape no volverá a pisar la calle en varias décadas.