El incendio Thompson crece al norte de California y causa evacuaciones de emergencia para decenas de miles
La reciente ola de calor en el oeste de Estados Unidos sigue causando catástrofes en localidades del Estado Dorado
La devastación de los incendios forestales en el oeste de Estados Unidos sigue con las altas temperaturas. Ahora, un incendio forestal en Butte County, al norte de California, ha causado que miles de residentes tengan que evacuar en medio de una ola de calor sin precedentes que está afectando a esa parte del país. Oroville, una comunidad de alrededor de 15.000 personas, localizada alrededor de 65 millas al norte de Sacramento, se está viendo amenazada por el incendio Thompson (Thompson Fire), como ha sido nombrado, el cual inició en Butte County y que se ha esparcido a lo largo de 3.500 acres, lo que ha llevado que se realicen evacuaciones de emergencia.
Hasta el momento el incendio no se ha podido contener, lo que pone en riesgo las zonas aledañas. El calor excesivo, que los pronósticos esperan que superen los 110 grados Fahrenheit (43 °C), complica los esfuerzos, ya que hace que la vegetación sea más seca y fácil de incendiarse, además de que representa un riesgo considerable para los bomberos y los residentes. El Gobernador de California, Gavin Newsom, ha declarado un estado de emergencia, movilizando así recursos adicionales para tratar de contener el fuego, incluyendo el despliegue de la Guardia Nacional de California.
Newsom resaltó que algunos de los factores que han influido en la propagación del incendio son las “altas temperaturas a lo largo del día y la noche, condiciones secas y fuertes vientos”, los cuales también han aumentado el tamaño de otros incendios en semanas anteriores. De acuerdo con los reportes, más de 1.400 bomberos, ocho helicópteros y otros vehículos de aire se encuentran peleando contra el incendio, el cual ya ha herido a cuatro bomberos y que ha causado que decenas de miles de residentes evacúen el área.
Por otra parte, el incendio ha tenido un impacto en la reserva Oroville, la más grande en Estados Unidos y una parte importante del sistema de agua de California. Las evacuaciones y la desenergización de las líneas de energía han interrumpido la producción de energía hidroeléctrica. A pesar de que el fuego ha quemado vegetación alrededor de la presa e incluso en partes de su terraplén de tierra, el Departamento de Recursos Hídricos de California (DWR, por sus siglas en inglés) ha confirmado que no hay riesgo inmediato para la integridad estructural de la presa. Se han tomado medidas de precaución, como mojar las zonas potencialmente en riesgo y colocar generadores de reserva en las instalaciones clave.
El aliviadero principal de la presa de Oroville, que fue reconstruido tras una importante avería en febrero de 2017, se ha reabierto para gestionar las descargas de agua y mantener el control de la temperatura en el río Feather. Esta decisión garantiza el flujo continuo de agua al tiempo que mitiga el impacto del incendio.
El humo del incendio se ha extendido por el norte de California, afectando a la calidad del aire y planteando riesgos para la salud de los residentes. La interrupción de las infraestructuras de suministro eléctrico y de agua complica aún más la situación de la comunidad local.
La ciudad de Oroville, que canceló su celebración de fuegos artificiales del 4 de julio debido al riesgo de incendio, ha sufrido importantes evacuaciones, que han afectado a unas 28.000 personas. Muchos de estos residentes aún se están recuperando de catástrofes anteriores, vinculadas también a incendios forestales.
La reciente ola de calor ha establecido récords de temperatura a través de varias zonas de California, como Ukiah, San José y los aeropuertos de Concord, Santa Rosa y Napa. Más de 150 millones de personas han recibido alertas de calor a lo largo del oeste y sur de Estados Unidos.