La mortalidad infantil aumenta un 13% en Texas desde la prohibición del aborto
Los decesos de bebés nacidos con anomalías congénitas también aumentaron casi un 23% en el Estado, pero disminuyeron cerca de un 3% a nivel nacional
Las llamadas leyes gatillo, o de activación automática, permitieron que Texas fuera uno de los primeros Estados en ilegalizar el aborto casi un año antes de la derogación de la doctrina Roe contra Wade por parte del Tribunal Supremo, con una norma que prohíbe la interrupción del embarazo tan pronto se detecte un latido del corazón fetal (aproximadamente a las cinco o seis semanas de gestación). Casi tres años después, un estudio publicado por la revista JAMA Pediatrics revela los efectos de la medida. Entre 2021 y 2022, las muertes infantiles en Texas pasaron de 1.985 a 2.240, lo que equivale un aumento del 12,9%, mientras que en el resto del país se registró una subida de solo 1,8%.
Las estadísticas también señalaron que las muertes de neonatos atribuibles a anomalías congénitas crecieron hasta el 22,9%, pero disminuyeron un 3,1% a nivel nacional. “Esto apunta a un efecto causal de la política; no vimos un aumento de las muertes infantiles en otros Estados”, expresó Alison Gemmill, profesora de Población, Familia y Salud Reproductiva en la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, quien dirigió el estudio. “Esto podría presagiar lo que está ocurriendo en otros Estados (...) Texas va básicamente un año por delante”, agregó la investigadora para indicar que estos números son una referencia de lo que pudiera ocurrir en los demás territorios que suprimieron el derecho tras el fallo del Tribunal Supremo, reflejados en el mapa más actualizado de la geografía del aborto en Estados Unidos, realizado por EL PAÍS con datos del Instituto Guttmacher.
“Creo que estos resultados dejan claras las consecuencias potencialmente devastadoras que pueden tener las prohibiciones del aborto”, expresó Suzanne Bell, quien también participó en el estudio. Los médicos han argumentado que la ley es demasiado restrictiva con las mujeres que se enfrentan a complicaciones en el embarazo. Las muertes de neonatos son relativamente poco frecuentes por lo que el equipo se sorprendió de los resultados, que no incluyen un análisis por razas o grupos socioeconómicos, pero se sabe que estas prohibiciones afectan principalmente a poblaciones vulnerables como familias de bajos ingresos, afroamericanos y latinos.
Por su parte, la economista de la Universidad de Wisconsin-Madison y científica especializada en temas de salud, Tiffany Green, expresó a CBS News que los resultados coincidían con investigaciones anteriores sobre disparidades en las tasas de mortalidad infantil dadas las diferencias estatales en la financiación de abortos por Medicaid. Muchas de las personas que abortan lo hacen como respuesta a complicaciones con el embarazo.
Stephen Chasen, especialista en medicina materno-fetal que no participó en la investigación, ofreció declaraciones al mismo medio para indicar que las restricciones al aborto tienen serias implicaciones para las mujeres con embarazos que presentan anomalías fetales y demandan apoyo adicional, formación y atención médica especializada. Los investigadores del estudio destacaron los efectos psicológicos y económicos que la muerte de un recién nacido puede traer a una familia. Ni hablar de los casos en los que las mujeres tienen que llevar adelante una gestación a pesar de saber con antelación que el bebé puede morir en sus primeras semanas de vida.