Nosotros los buitres
La propia presidenta y López Obrador no hicieron otra cosa que volar en círculos durante dos décadas, alimentándose de las pifias de los gobiernos de entonces
En lo alto de la copa de un árbol se les puede encontrar; también en acantilados de difícil acceso o cerca de algún cuerpo en descomposición, volando en círculos a gran altura para detectar la carroña. Son los comentócratas, los opositores, los que no comparten propuestas y maneras, los que cometen el pecado de pensar distinto. Somos nosotros, los buitres.
Así nos llamó la presidenta Claudia Sheinbaum en uno más de sus cada vez más ...
En lo alto de la copa de un árbol se les puede encontrar; también en acantilados de difícil acceso o cerca de algún cuerpo en descomposición, volando en círculos a gran altura para detectar la carroña. Son los comentócratas, los opositores, los que no comparten propuestas y maneras, los que cometen el pecado de pensar distinto. Somos nosotros, los buitres.
Así nos llamó la presidenta Claudia Sheinbaum en uno más de sus cada vez más frecuentes arranques de furia. Se entiende que su responsabilidad al frente del país es complicado, que hacer que se te resbalen los problemas no es tan fácil, se requiere el cinismo y la perversidad de su antecesor, características que afortunadamente no tiene la presidenta. Sin embargo, confundir al verdadero enemigo no es una buena idea. Sheinbaum y su equipo creen que pueden aplicar la receta de culpar a un pasado cada vez más lejano de todo lo que les sucede, un recurso bastante gastado.
Los buitres hacen lo que pueden y lo que deben. La propia presidenta y López Obrador no hicieron otra cosa que volar en círculos durante dos décadas, alimentándose de las pifias de los gobiernos de entonces. Por supuesto que no se trata de que halague a sus adversarios, ni les tienda la mano, o algún gesto de decencia política para con ellos, es claro que eso no va a suceder. Pero en situaciones de emergencia como la que vive el país, particularmente Michoacán en estos días, tratar de confundir a la ciudadanía con salidas de corte demagógico, no funciona. La ciudadanía sabe de la inseguridad, no solamente se entera de ella, sino que la siente. Y eso, que lo sabe ella, es lo que le preocupa porque ya son muchos los Estados en situación de alarma.
Dentro de la buitriza, habrá quienes celebren la evidente crisis de inseguridad que padecemos los mexicanos. Siempre hay delirantes y oportunistas. Sheinbaum lo sabe porque Morena está lleno de ambos. Pero adjetivar de esa manera a sus adversarios, incluso a sus malquerientes, revela más la falta de control del tema y la desesperación por encontrar una salida, que el lance de un pleito público.
Llama la atención que la presidenta no tenga ningún calificativo para los criminales. A ellos les pone el adjetivo de “delincuentes” y nada más. Nunca asesinos, sociópatas, gente perversa, monstruos, engendros del mal que destruyen lo que levanta un pueblo trabajador como el de Uruapan. No, para ella la inseguridad se produce por los embates “de la derecha”-que si tuviera la fuerza para hacer algo así no estaría tan maltrecha-, de los conservadores que se juntan para boicotear al avance del país. La derecha mexicana puede tener los defectos que se quieran, pero no es la que jala el gatillo y asesina presidentes municipales, destruye la vida de los jóvenes y pone en jaque al Estado. Los que hacen eso se llaman asesinos y están en el crimen organizado: son los matones, los que extorsionan a los pequeños y medianos negocios, los que torturan y destazan cuerpos, los que tienen sometidos a pueblos enteros son ellos. Los criminales siguen teniendo la palabra y hablan con armas, terror y muerte, no escriben en un periódico ni dan comentarios en el radio.
“Buitres, carroñeros”, está bien. Al final lo importante es que ella se ocupe de los criminales, no de sus críticos. Cuando la presidenta pregunta si queremos que regrese la “guerra de Calderón”, la respuesta es: no. Lo que queremos ver es cuál es la guerra de Claudia. Porque ella misma habla de “pacificar” Michoacán, y eso supone un conflicto armado o algo parecido. De cualquier manera, sería mejor que revisara el dicho porque sus enemigos, los de verdad, los que asesinan y se adueñan de las plazas públicas por todo el país, evidentemente le están haciendo la guerra al Gobierno que encabeza.
Mientras tanto, los buitres seguiremos en la rama que nos asignó la presidenta, a la espera de la especialidad de la cuarta transformación: la carroña, la descomposición.
@juanizavala