Rita Bell, consejera electoral: “Los partidos políticos en México están controlados por los hombres aunque una mujer llegue al poder”
La integrante del Instituto Nacional Electoral analiza los avances, retrocesos y amenazas de los derechos político electorales de las mujeres en el país
“Los hombres nunca entendieron que las mujeres éramos valiosas y teníamos derechos”, dice Rita Bell López-Vences (Oaxaca, 45 años). La jurista y académica es consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), el organismo encargado de organizar las elecciones y velar por los derechos electorales de la ciudadanía. Bell López-Vences se sienta a conversar sobre su trayectoria y los derechos políticos de las mujeres...
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“Los hombres nunca entendieron que las mujeres éramos valiosas y teníamos derechos”, dice Rita Bell López-Vences (Oaxaca, 45 años). La jurista y académica es consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), el organismo encargado de organizar las elecciones y velar por los derechos electorales de la ciudadanía. Bell López-Vences se sienta a conversar sobre su trayectoria y los derechos políticos de las mujeres en México, pero sobre todo habla de los aprendizajes que ha ido recolectando a lo largo de su vida.
Antes de llegar al INE, trabajó en el Instituto de la Mujer en Oaxaca y después en el Instituto Electoral oaxaqueño, donde se desempeñó como presidenta de la Comisión de sistemas normativos indígenas. “Hay mucho que aprender de los sistemas normativos indígenas que son prácticas que han hecho las comunidades a lo largo de los años y se basan en su propio sistema de elección”, subraya.
Nieta de Elvira, una indígena zapoteca por parte de padre y de Guadalupe, una migrante nacida en Michoacán, por parte de madre, su vida y su trabajo desde joven giraron en torno a los derechos de las mujeres y los pueblos originarios. “Atender casos de violencia de género como abogada me marcó y cambió mi vida porque aprendí a ver mi carrera y la situación de las mujeres desde otra perspectiva”, dice la consejera.
Desde 1953 las mujeres pueden votar en México. 71 años que saben a poco, si se tiene en cuenta que el Estado mexicano moderno fue creado hace 200 años. En todo este tiempo, sin embargo, los derechos políticos y electorales de las mujeres han sido cuestionados y violentados constantemente, tanto, que en 2014 se tuvo que realizar una reforma en la Constitución que protegía su participación. Fue entonces cuando se estableció el principio de paridad que obliga a los partidos a postular el mismo número de hombres que de mujeres a las elecciones. “Fue crucial, el golpe en la mesa definitivo”, dice la consejera. “En los años anteriores la presencia de las mujeres en política siempre fue muy discreta por la violencia de género que les impedía llegar a estos espacios”, recuerda.
Pese a todo, la violencia política contra las mujeres y el fraude se mantiene en muchas ocasiones, lo que hace urgente una revisión de los criterios de participación porque “algunos hombres han decidido postular a sus hijas o sus esposas y mantener de esa manera su coto de poder”.
La paridad fue la semilla. Desde entonces, la participación política de las mujeres ha crecido en México hasta tener el gabinete más paritario de la historia, el mayor número de gobernadoras y el 50% de legisladoras en el Congreso y el Senado. ¿Por qué era tan necesaria e importante la paridad en el ámbito político en México? “Porque sigue habiendo grandes desigualdades y todavía podemos escuchar a señores en el poder cuestionando nuestra capacidad y diciendo que debemos quedarnos en casa”, critica Bell López-Vences.
La consejera explica que la igualdad sustantiva en la legislación no es suficiente si los partidos siguen perpetuando las mismas estructuras patriarcales y violentas que tenían a principios del siglo XX. “Existe reticencia en los partidos porque se trata de poder y no quieren perder esos espacios”, comenta. Resulta paradójica la respuesta teniendo en cuenta que es muy probable que México elija a la primera presidenta de su historia. “Los partidos políticos siguen controlados por los hombres, su núcleo duro es masculino y la dirigencia son señores, aunque una mujer llegue al poder”, subraya la consejera y agrega: “Los partidos en México no tienen una visión feminista ni de igualdad, están muy masculinizados”.
Como suele suceder en todo lo relativo a los derechos de las mujeres, fueron las feministas y el movimiento amplio de mujeres las que pelearon desde las calles y la sociedad civil ser reconocidas como ciudadanas. Desde el Primer Congreso feminista en Yucatán en 1916, pasando por el derecho al voto y hasta la actualidad, las mujeres en México han peleado centímetro a centímetro por sus derechos. Este año el INE aprobó la iniciativa ‘8 de 8′, un procedimiento para verificar que los candidatos postulados por los partidos no tengan condenas por violencia machista. “Se aprobó para poner un límite ante tanta violencia de género que existe en nuestro país y fue gracias a las mujeres organizadas”, señala.
La consejera cuenta que desde su paso por Oaxaca se volcó en trabajar por los derechos políticos en México y contra la violencia política de género, una de las formas más comunes de violencia contra las mujeres que frenan su desarrollo como parte activa de la sociedad, pero una vez ahí, se dio cuenta de que no bastaba. La esfera política debía de ser un reflejo lo más cercano posible a la sociedad y faltaban las minorías, las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y afromexicanos, las personas de la diversidad sexual... así que se crearon las acciones afirmativas. “Se crearon cuotas específicas para grupos en situación de discriminación o desigualdad porque la sociedad demandaba algo más que el 50 - 50 de la paridad”, señala.
Rita Bell López-Vences asegura que ha sido muy difícil llevar a cabo estas acciones afirmativas por la gran resistencia que ha habido de parte de los partidos. También porque muchos partidos trataron de postular a hombres haciéndolos pasar por mujeres trans, “es increíble como se aprovechan de cualquier hueco para tratar de usurpar una postulación que debe ser auténtica y ciudadana”, critica la consejera.
Hace dos meses, por ejemplo, Silvana Valenzuela, gobernadora tradicional mayos-yoreme de la comunidad de la Florida, en Sinaloa, denunciaba que varios candidatos que no pertenecían a su comunidad ni dominaban su lengua se le acercaron para que les firmara una carta acreditando su pertenencia al pueblo mayo-yoreme para poder ocupar varias candidaturas indígenas. En 2021 pasó algo similar con 18 hombres del PAN y el PRI en Tlaxcala que fueron inscritos como mujeres transexuales para eludir los requisitos de paridad que imponía la ley y en 2018 pasó en Oaxaca.
Ante la pregunta sobre qué significa para el país tener una presidenta en 200 años de historia, Rita Bell López-Vences para y reflexiona un momento: “Creo que eso lo definirá la forma de gobernar de las personas. El asunto de la participación de las mujeres también tiene que servirle a los hombres. Es lamentable que tengamos que haber llegado a poner cuotas porque los hombres nunca entendieron que las mujeres éramos distintas, éramos valiosas, teníamos derechos y una visión del mundo”, responde. “Lo ideal sería que un hombre o una mujer entiendan la gran responsabilidad que tienen con la ciudadanía en general y eso parte por entender que habemos (sic.) hombres y mujeres y que somos iguales”.
Es la primera vez que el Instituto Nacional Electoral tiene a cinco consejeras, cinco consejeros y la presidencia está ocupada por una mujer, Guadalupe Taddei Zavala. Su paso por la institución sin duda dejará huella para quien venga detrás aunque Bell López-Vences asegura que no sueña con ser “recordada”. “Al finalizar mi tiempo en el INE me gustaría haber aportado algo para que mi país consolide un sistema democrático en el que las mujeres y todas las personas puedan llegar al poder”.
—¿Qué dirían sus abuelas al verla donde está ahora como consejera electoral?
—Creo que estarían orgullosas, aunque también tendrían mucha preocupación. En el fondo yo creo que esto fue lo que siempre desearon para nosotras después de haber vivido toda su vida llena de carencias y sufrimiento. Siempre nos decían: “Estudien y busquen la libertad”.
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