Xóchitl Gálvez exige que se cancele la Mañanera de López Obrador: “El presidente es incapaz de atender los llamados del INE”
La candidata opositora se lanza contra las conferencias de prensa matutinas bajo el argumento de que son usadas para beneficiar a Claudia Sheinbaum y afectar su imagen
La oposición quiere poner freno a las conferencias de prensa matutinas de Andrés Manuel López Obrador. Así lo ha anunciado este martes Xóchitl Gálvez tras una reunión a puerta cerrada con los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE). “Hemos pedido que se cancelen las Mañaneras...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La oposición quiere poner freno a las conferencias de prensa matutinas de Andrés Manuel López Obrador. Así lo ha anunciado este martes Xóchitl Gálvez tras una reunión a puerta cerrada con los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE). “Hemos pedido que se cancelen las Mañaneras dado que el presidente es incapaz de atender los llamados del INE para dejar de afectar la equidad de esa contienda”, dijo la candidata presidencial ante los medios de comunicación. La aspirante argumentó que el mandatario utiliza el podio de Palacio Nacional para impulsar la campaña de Claudia Sheinbaum, la abanderada de Morena, y que ha sido víctima de ataques sistemáticos para minar su imagen.
Gálvez recordó cuando se hizo pública la información fiscal de sus empresas en una de las conferencias de López Obrador y acusó al presidente de sembrar la idea de que ella se oponía a los programas sociales. “He pagado impuestos, mis contratos que obtuve o llegué a obtener por el Gobierno, son contratos totalmente lícitos, transparentes, y el daño que se me generó fue la sensación de que yo me robé ese dinero”, reclamó. “Esa es la agresión que sufrí de la Mañanera, que sigo sufriendo”, agregó.
Las declaraciones surgen dos días después del primer debate presidencial, en el que Sheinbaum aseguró que su rival se había beneficiado de contratos irregulares y “puertas giratorias” durante su mandato como jefa delegacional de Miguel Hidalgo. “Yo no tengo ningún juicio, ninguna demanda, no tengo nada que afecte el uso indebido como empresaria, se me quiere atribuir cosas que desde el punto de vista legal no hay nada”, insistió la candidata, que había solicitado reunirse con el árbitro electoral hace un par de semanas.
Gálvez dijo que el Consejo General del INE iba a discutir la propuesta de suspender las ruedas de prensa presidenciales. Tras una reunión que se prolongó durante unas tres horas, la propia aspirante matizó que las autoridades electorales le dijeron que tenían un margen de acción limitado y que sus facultades están acotadas a imponer medidas cautelares. La candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México (compuesta por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática) reconoció también que tendría que ir a los tribunales para interponer una demanda por daño moral. “Los propios consejeros reconocen que el presidente ha sido reincidente a pesar de las medidas cautelares que se le han hecho una y otra vez por seguirse metiendo en la jornada electoral”, aseguró.
La candidatura de Gálvez irrumpió en el escenario político en junio del año pasado, después de que buscara entrar a una de las Mañaneras del presidente para exigir su derecho de réplica. La entonces senadora criticó los programas sociales del Gobierno y el mandatario aseguró que ella quería desaparecerlos. La senadora obtuvo un amparo de un juez para dar su versión, pero López Obrador se negó a recibirla. “Estoy pensando si debo ir por la candidatura presidencial”, dijo en una entrevista con EL PAÍS cinco horas después del incidente. Las aspiraciones de Gálvez ganaron tracción cuando un sector amplio de la oposición la consideró una opción real para enfrentarse al poderío electoral de Morena.
Para agosto, López Obrador aseguró que no iba a volver a mencionar a Gálvez por nombre, después de que el Tribunal Electoral y la Comisión de Quejas del INE emitieran medidas cautelares por posible violencia de género. El cruce de acusaciones, al menos de forma indirecta, ha continuado desde entonces. El Gobierno se ha visto obligado a retirar o modificar ciertos contenidos de las Mañaneras por orden de las autoridades electorales, ante reclamos de censura y roces con los organismos autónomos. Esta misma semana, la Comisión de Quejas del INE ordenó quitar o cambiar el contenido de cinco ruedas de prensa presidenciales, celebradas en marzo y a principios de abril, por hacer comentarios que pueden incidir en la contienda electoral.
“Exigimos a las y los consejeros del INE que hagan una campaña institucional de difusión donde se señale que es delito electoral el uso de programas sociales para coaccionar el voto”, señaló Marko Cortés, el líder nacional del PAN, que también estuvo presente en la reunión junto a los otros dirigentes de la coalición. La oposición detalló que la exigencia principal es que haya una “cancha pareja” durante la elección. Cortés afirmó que, de no obtener una resolución favorable en el INE, el plan era llevar el asunto al Tribunal Electoral. Desde la perspectiva del partido gobernante, se trata de un intento por presionar a las autoridades a dos meses de la cita en las urnas el próximo 2 de junio. Las Mañaneras están en el centro del último choque de trenes entre el frente opositor y el oficialismo.
Suscríbase a la newsletter de EL PAÍS México y al canal de WhatsApp electoral y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país.