La pandemia agudiza la crisis de Pemex

El descenso en la producción y en la venta de hidrocarburos ensombrece aún más el horizonte de la petrolera cuyos niveles de extracción de crudo cayeron a mínimos históricos en 2020

Plataforma petrolera Abkatun-A2 de Petróleos Mexicanos, terminada en las instalaciones de fabricación de Mcdermott International Inc. en Altamira, estado de Tamaulipas.Luis Antonio Rojas (Bloomberg)

La pandemia ha agudizado la crisis de Petróleos Mexicanos. Pese a los intentos de la Administración de Andrés Manuel López Obrador para detener el declive, la caída de la producción y de las ventas tiene a Pemex a la deriva. El descenso en la demanda de hidrocarburos y la declinación de reservas de sus campos petroleros han puesto en mínimos operativos a la petrolera. Durante 2020, la compañía produjo un promedio de ...

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La pandemia ha agudizado la crisis de Petróleos Mexicanos. Pese a los intentos de la Administración de Andrés Manuel López Obrador para detener el declive, la caída de la producción y de las ventas tiene a Pemex a la deriva. El descenso en la demanda de hidrocarburos y la declinación de reservas de sus campos petroleros han puesto en mínimos operativos a la petrolera. Durante 2020, la compañía produjo un promedio de 1,6 millones de barriles diarios de crudo, el nivel más bajo registrado desde hace cuatro décadas y lejos del estimado en el plan de negocios de la petrolera que pronosticaba una extracción de 1,8 millones. En la producción de gasolinas, Pemex reportó el año pasado un promedio de 185.600 barriles diarios, lo que supone un 9,6% respecto al año previo y la menor producción desde 1993.

La inyección de capital que la Administración de López Obrador y el aumento de recursos asignados a Pemex desde el presupuesto federal —para el siguiente año contará con 544.598 millones de pesos— han sido insuficientes para frenar la caída en la extracción de crudo. Desde el 2004, cuando registró una cifra récord de 3,4 millones de barriles diarios, el volumen no ha hecho más que caer.

Esta debacle extractiva ahora ha sido acelerada por la crisis del coronavirus. En abril del año pasado, los precios del crudo cayeron a su peor nivel en la historia de la industria, y la mezcla mexicana cotizó en menos 2,3 dólares por cada unidad, situación que obligó a Pemex a no comercializar sus barriles durante un día. Ante este escenario, México aceptó recortar una cuarta parte de su producción diaria, unos 100.000 barriles al día, durante mayo y junio para compensar el hundimiento de la demanda.

Rosanety Barrios, analista independiente de energía, señala que la pandemia aceleró este escenario, sin embargo, advierte de que esta crisis iba a presentarse debido a la falta de recursos para poder invertir en tecnología y exploración de nuevos yacimientos. Pemex es la petrolera más endeudada del mundo con un adeudo de más de 107.000 millones de dólares. “La situación de Pemex es grave porque no puede explorar, las reservas no se están renovando y no van a poder hacerlo nunca mientras sea una empresa que responda a intereses de cualquier gobierno”.

“La única manera para que Pemex se pudiera hacer de tecnología sin tener que gastar dinero público y aprender nuevas técnicas era con socios y la ruta era la Reforma Energética, pero eso ya se acabó, la reforma está muerta, entonces lo que tienes ahora es una empresa que está sola, sin poder explorar, sin tecnología para bajar costos, está igual que antes, pero la solución ya la mataron”, zanja Barrios.

Luis Miguel Labardini, abogado especialista en derecho energético de Marcos y Asociados, explica que las recientes inyecciones de capital del Gobierno de López Obrador se han destinado mayoritariamente en pagar los servicios de la deuda y no se han priorizado nuevas inversiones ni el pago a proveedores. “Lo que estamos viendo hoy es el resultado de la subinversión que empezó a haber en el Gobierno de Peña Nieto a partir del año 2015 y que tocó su punto más bajo en 2018″, añade.

Trabajadores en el sitio de construcción de la refinería de Dos Bocas en Paraíso, Tabasco.GOBIERNO DE MÉXICO (Reuters)

Fluvio Ruiz, exconsejero de Pemex, asegura que bajo estas circunstancias es primordial hacer una revisión del régimen fiscal de la petrolera. “Pemex debería producir lo que le resulte rentable producir, que no necesariamente equivale a todo lo posible. Como país a nosotros se nos están acabando los campos (petroleros) baratos, tenemos que movernos a campos cuya complejidad geológica implica mayor costo de producción, entonces es urgente que haya una revisión del régimen fiscal”.

A diferencia de otras petroleras en el mundo, en México la Secretaría de Hacienda le cobra a Pemex altos impuestos por sus ingresos y le cobra además por derechos en sus campos. El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ha declarado recientemente que se están analizando los mecanismos para aligerar esta carga tributaria. “Cuando ves los números fríamente, su resultado bruto antes de impuestos es mejor que muchos de sus competidores. El problema empieza cuando le empezamos a cobrar los impuestos que le cobramos y al mismo tiempo tiene que pagar su deuda”, admitió el funcionario.

Los ingresos petroleros caen un 38% en 2020

La caída del precio del crudo, vinculada a la pandemia, y el declive en la producción han mermado la aportación de la petrolera a las arcas públicas. Los ingresos petroleros reportados en la Secretaría de Hacienda cerraron el año pasado con 605.842 millones de pesos en 2020, cifra que supone un desplome de 38,7% respecto a los ingresos petroleros de 2019.

Durante la presentación del Informe de Finanzas Públicas y Deuda Pública al Cuarto Trimestre de 2020, este viernes, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, informó de que el Gobierno federal ya recibió 2.380 millones de dólares por coberturas petroleras, lo que ha ayudado a mitigar, en parte, la caída en los ingresos petroleros. Estas coberturas contratadas por la Administración con instituciones financieras internacionales funcionan como un seguro que se activa cuando el precio del barril es menor a lo estimado por el Gobierno. El funcionario aseguró que estas coberturas también serán contratadas este año.

En el arranque de su Gobierno, López Obrador aseguró que enfocaría su política energética en fortalecer a Pemex para que pudiera relanzar su producción de crudo, gas natural y refinados como las gasolinas. El plan de negocios de la petrolera a inicios de 2019 fijó un escenario de ascenso en la producción de crudo que culminará, según este documento, con una extracción de 2,7 millones de barriles diarios de crudo en 2024. Sin embargo, ahora las turbulencias de un mercado afectado por la pandemia y la suma de problemas internos de Pemex amenazan con convertir esa meta en una quimera.

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