Catazajá: la joya escondida en la Ruta del Agua

Con la puesta en marcha del Tren Maya a finales del año 2023, el sur mexicano más paradisíaco y exuberante, pero también el más íntimo y auténtico, abrió por fin las compuertas de sus secretos, a todos esos viajeros enterados que saben apreciar en lo apacible y genuino, uno de los rostros menos conocidos de la belleza milenaria del país.

Una de las joyas más discretas y hermosas es Catazajá, intersección estratégica situada en los linderos chiapanecos y tabasqueños, a tan sólo 27 kilómetros de Palenque y cerca de 114 de Villahermosa. Se trata de una pequeña comunidad de no más de 4.000 habitantes cuyo nombre en lengua maya significa “valle cubierto de agua”.

Conocido también como la puerta de entrada de la icónica Ruta del Agua chiapaneca, esta acogedora y cálida localidad promete cautivar a todos sus visitantes, revelando sus secretos naturales, culturales, gastronómicos y de aventura.

Naturaleza

Para los que buscan atardeceres supremos y el avistamiento generoso de aves, Catazajá es uno de los destinos imperdibles de la región, ya que podemos apreciar el vuelo y paso migratorio de un sinfín de amigos alados, tales como la icónica chachalaca, distintas especies de garzas, el famoso gallinazo, zopilotes, gavilanes, águilas, entre muchas otras.

Pero la fascinación no termina ahí, ya que si uno corre con suerte, los monos aulladores y los manatíes, una de las criaturas acuáticas más fascinantes y pacíficas del mundo, también pueden encontrarnos para un saludo amistoso.

Cultura y tradición

Además de su abundancia acuática, donde el róbalo y la pesca acuática son protagonistas indiscutibles de la región, Catazajá alberga una profundidad cultural que es el fiel reflejo de la calidez y orgullo de sus habitantes milenarios. Las casas, caminos y pequeños negocios que le dan vida a este poblado, nos hablan de la grandeza en la sencillez de las cosas: hermosas fachadas, barandales y casas tradicionales de madera, al más puro estilo chiapaneco.

Saborcito a Chiapas

Pero eso no es todo, ya que no se puede hablar de una comunidad maya de esta categoría sin pasar por la maestría de sus sabores y oferta culinaria. En la gastronomía de Catazajá se mantiene la impronta de que lo simple de ejecución amplía la complejidad y hondura de sus sabores. Así, las mojarras fritas, los ceviches frescos o los camarones al parmesano, componen su distinguido menú local abundante en frescura y tradición milenaria, mismo que incorpora a su vez platillos como las tortillas rellenas de camarón y los chiles rellenos.

Aventura y emoción

Por si esto no fuera suficiente, para quienes persiguen una descarga suficiente de aventura y adrenalina en cada viaje, Catazajá no sólo se pone a la altura de la ya sólida oferta de la región en materia de turismo de aventura, sino que la integra de forma armónica con sus espectaculares vistas y belleza del entorno.

Y como muestra está una de sus novedades más emocionantes: su tirolesa. Con torres de 21 metros de altura y una longitud de 500 metros, esta atracción atraviesa una parte de la laguna, ofreciendo vistas únicas y diversión garantizadas.

De cara a un dinamismo turístico que tiende hacia lo sobrepoblado, estandarizado y sobreestimulante, la experiencia que brindan destinos como Catazajá son hoy por hoy una verdadera joya como pocas del mundo maya.

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