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Poza Rica advirtió desde 2019 de la necesidad de acabar el muro de contención contra el desbordamiento del río Cazones

El alcalde morenista denunció en 2023 que no se había terminado la construcción de dos tramos, pero ni el municipio ni la Conagua asignaron contrato alguno para terminar la obra

México se recompone a marchas forzadas de las devastadoras lluvias torrenciales que arrasaron el fin de semana pasado cinco Estados: Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz. De todos ellos, la región del Golfo se ha llevado la peor parte: aporta a la cuenta total 32 de los 72 fallecidos, y 14 de las 48 personas no localizadas. El impacto es especialmente fuerte en el municipio de Poza Rica, al norte del Estado, donde se registran 26 de las muertes debido a la colosal crecida del río Cazones. Documentos municipales advertían de este riesgo al menos desde 2019 y calificaban como prioridad alta la construcción de muros para mitigar esta posibilidad. Sin embargo, ni las autoridades locales ni las federales ejecutaron las obras necesarias.

El Plan de Desarrollo de Poza Rica de 2018 a 2021 consideraba “prioritario” continuar el muro de contención del río Cazones en el tramo de la ciudad conocido como La Quebradora, en la colonia Morelos, hacia el sur del municipio. Esa obra nunca se terminó. Fernando Luis Remes, el actual alcalde, de Morena, aseguró en diciembre de 2023 —cuatro años después— que hablaría con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para reanudar el trabajo, pero no hay ningún rastro en 2024 ni en 2025 de contrataciones públicas por parte del organismo público ni del municipio en ese sentido, según las bases de datos públicas consultadas por EL PAÍS.

El documento de 2019, que corresponde al antecesor de Remes, el también morenista Francisco Javier Velázquez, argumentaba que esa zona era muy baja y estaba expuesta a las inundaciones en temporada de lluvias fuertes. Proyectó, a medio plazo, una asignación de 145,2 millones de pesos (7,8 millones de dólares) para prolongar el muro de contención frente al posible desbordamiento del cauce. El Programa de Desarrollo Urbano que finalmente aprobó el cabildo ese año también apuntó a la vulnerabilidad de ciertas zonas “por muro de contención inconcluso”, y planteó “darle continuidad como medida de protección ante el comportamiento hidrológico del río”. En el cuadro que proyectaba las emergencias urbanas se incluyó la conclusión del muro con una prioridad A y un plazo inmediato.

Las obras del muro de contención llevaban dando vueltas muchos años. De acuerdo con la prensa local, la construcción de la estructura tuvo tres etapas, entre 2009 y 2014. La última anunciada por la Conagua, que abarcaba 4,3 kilómetros en el margen derecho del río y contaba con un presupuesto de 129 millones de pesos, según recogen los diarios regionales, es la que ha traído cola desde entonces. En el Programa Hídrico Regional 2014-2018, el organismo federal planeó la “construcción de un bordo de encauzamiento y estabilización de las márgenes del río Cazones” que iniciaría en 2016 y concluiría en 2017. La inversión proyectada ascendía a 112,3 millones de pesos, todos de origen federal, y beneficiaría a 25.000 habitantes de Poza Rica, que suma algo menos de 200.000 residentes en total.

Aunque las obras del muro de contención han sido, sobre el papel, una cuestión prioritaria desde hace al menos una década, los mismos documentos que lo acreditan reflejan también sus sucesivos aplazamientos. Las estridentes declaraciones del actual alcalde en 2023 han devuelto la cuestión al ojo del huracán. En la sesión del cabildo del 6 de diciembre, grabada en un vídeo que se ha viralizado esta semana, en el contexto de las inundaciones, Fernando Luis Remes se queja de que las obras no han concluido. “Empezando el año voy a hablar con Conagua, ya tiene instrucciones para ver cómo continuamos con este muro de contención en el hombro derecho del río Cazones, donde apoya a Poza Rica, y eso júralo que lo tienen parado, y ha de haber habido presupuesto para ello y se lo fregaron. Estoy seguro de que no lo terminaron”, denuncia, antes de detallar a qué parte del trecho se refiere: “En La Quebradora de allá atrás faltó un tramo, y resulta que del [Puente] Cazones II para delante también es otro kilómetro de muro que no lo han hecho”.

Remes deslizó el comentario en una intervención desordenada en la que venía de hablar de otro contrato por un valor de 14 millones de pesos, sobre la construcción de una ciclovía sobre el muro, que ha provocado cierta confusión y que ha llegado hasta la mañanera de la presidenta, Claudia Sheinbaum, que ha dicho que va a “revisar en particular ese caso”.

En la sesión del cabildo recuperada esta semana, el alcalde quiso lanzar “un mensaje” a quienes los estaban “escuchando”. “Vamos a querer que Conagua nos ayude y lo vamos a solicitar debidamente”, prometió. Las bases de datos municipales y las de Conagua no revelan la asignación de ninguna obra pública para concluir el muro posterior a su intervención. De hecho, en el Atlas de riesgos de Poza Rica de 2025, se vuelve a proponer la construcción de diversos tramos del muro para mitigar “los riesgos de inundación”. Algunos de ellos corresponden a los que el regidor menciona dos años atrás. Por ejemplo, hay una propuesta para el margen derecho del Puente Cazones II, en el fraccionamiento de La Florida, con un coste estimado de 230,543 millones de pesos. También se hace referencia al área de La Quebradora, que ya aparecía en el documento de 2019, para la que se proyecta una inversión de 9,8 millones. Finalmente, hay una tercera proyección para rehabilitar la parte del muro que va del Puente Cazones I al II por un valor de 8,6 millones.

Previamente, el Plan Municipal de Desarrollo de 2022 a 2025, a pesar de mencionar que Poza Rica “se encuentra en un grado de peligro muy alto ante el fenómeno de inundación”, según el Atlas Nacional de Riesgos del Centro Nacional de Prevención de Desastres, la única línea de acción que contempla tiene que ver con el alcantarillado pluvial. Esta ha sido también, después de las fuertes inundaciones, la principal preocupación del alcalde, que se quejó hace unos días de que la gente seguía “tirando la basura indebidamente”.

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