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Un 70% de los mexicanos respalda las acciones de Sheinbaum contra el huachicol fiscal

La mitad de los encuestados considera que la inseguridad ha empeorado durante el primer año de mandato de la presidenta, según una encuesta de Enkoll para EL PAÍS y W Radio

La megatrama de contrabando de combustible incrustada en las altas esferas de la Marina ha puesto el foco público sobre el llamado huachicol fiscal. Tres de cada cuatro mexicanos considera la corrupción en las aduanas como un problema muy grave. Y otro 70% respalda las acciones para combatirlo de la presidenta, Claudia Sheinbaum, de acuerdo a una encuesta de Enkoll para EL PAÍS y W Radio. El caso, que supone el mayor golpe contra la corrupción en este primer año de mandato, acumula por ahora 14 detenidos, entre ellos, seis marinos de alto rango, tres empresarios y cinco funcionarios de aduanas.

Ante la pregunta de hasta dónde llegarán las investigaciones, casi la mitad de los encuestados (47%) cree que se castigará a todos los culpables. El caso se destapó hace un mes, pero el Gobierno ha anunciado que lleva al menos dos años siguiendo la pista de la trama que supone un agujero para las archas públicas de al menos 150 millones de dólares. El golpe es durísimo para la Marina, a quien el expresidente Andrés Manuel López Obrador encomendó la gestión de las aduanas. El estamento militar, el mejor valorado fuera y dentro del país, tenía hasta ahora una aura de incorruptibilidad. Todavía quedan acusados por detener. Sobre todo, uno de los dos cabecillas de la trama, el almirante Fernando Farías Laguna, sobrino político del exsecretario de Marina, Rafel Ojeda.

La presidenta Sheinbaum cierra su primer año con una aprobación altísima, 78%, la más alta en dos décadas, mayor incluso que la de López Obrador a estas alturas de su sexenio. La mandataria sale reforzada en casi todos los apartados, sobre todo, en la aprobación de sus programas sociales, el manejo de la tumultuosa relación bilateral con Donald Trump e incluso la gestión económica, aunque las previsiones de crecimiento no sean muy boyantes. Solo hay un tema en el que queda a deber en la percepción ciudadana. A un año de su llegada al poder, un 52% considera que la inseguridad y el narcotráfico son los principales problemas del país.

La sensación general es que después de un año de mandato, la situación del país es mejor que antes. Pero ante la pregunta de si la seguridad ha mejorado o empeorado durante este año, pesa más la percepción de que las cosas están peor (49%) que mejor (39%). El combate contra la inseguridad es una de las prioridades del Gobierno de Morena, y uno de los flancos donde más se ha evidenciado el cambio con la Administración anterior. Una estrategia más activa, y más engrasada en la colaboración entre policía y militares, que está dando resultados las cifras, pero de momento no tanto en la percepción ciudadana.

El Gobierno ha anunciado esta semana que en su primer año ha logrado reducir los homicidios un 32%. Las 87 víctimas diarias que se registraban en septiembre de 2024 han pasado a ser 60 este agosto. Sin embargo, la percepción negativa sobre seguridad va en aumento: ha pasado del 45% de diciembre al 52% actual. El delito que lidera la preocupación de los mexicanos encuestados es el robo, tanto en su variante de asalto en la calle (17%), como en el domicilio o en los negocios. Los asesinatos suponen el 12% y el narcotráfico, el 11%. La extorsión, uno de los objetivos prioritarios del Gobierno para el siguiente año con un plan específico para su combate, es apenas el 4%.

La apuesta por un mayor peso de la policía civil, así como más colaboración con las Fuerzas Armadas en los trabajos de investigación e inteligencia, unido al aumento considerable de detenciones (32.000 en menos de un año) han aupado al secretario de seguridad, Omar García Harfuch, como el mejor valorado del gabinete, con un 77% de aprobación.

Otra palanca que ha funcionado ha sido la colaboración entre escalones federales. Harfuch y su poderosa secretaría está respaldando las estrategias de seguridad de los Estados más golpeados. Como Guanajuato, feudo panista con uno de los registros más altos de asesinatos per cápita. El saldo ha sido una reducción de los homicidios en un 60%. Harfuch también está muy encima, aunque sin resultados tan vistosos por ahora, de Sinaloa y la guerra intestina entre facciones del crimen organizado que azota el Estado desde hace más de un año.

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