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Andrés Ta Chikinib, el maestro que le enseñó tsotsil a ChatGPT: “Ya habla como un niño de 3 o 4 años”

El poeta mexicano describe el proceso de aprendizaje del chatbot y defiende su uso para desarrollar y promover más la lengua

Andrés ta Chikinib en San Cristobal de las Casas (México), el 21 de septiembre.Foto: EFE | Vídeo: EPV

Cuando José Andrés Hernández Pérez (27 años, Zinacantán, Chiapas) comenzó hace un año a enseñar tsotsil a personas no hablantes de la lengua, no se planteaba lo que ha terminado haciendo: dar clases a un alumno que no es humano. La idea de instruir a ChatGPT surgió de una de sus estudiantes, que le propuso alimentar la plataforma para que lo ayudara a generar materiales didácticos. Los resultados de su primera clase fueron “una desilusión”, pero admite su culpa por haber pasado la información del tsotsil sin un orden. “Como que se tropezaba y no entendía mucho. Sí podía memorizar todo, pero de una mala manera y no de la forma en la que debería”, resume. Entonces cambió de estrategia. El poeta le explicó a ChatGPT, como a cualquier otro alumno, que debía aprender y memorizar todo lo que le enseñara, y fue claro con la meta: el chatbot tenía que ser capaz de mantener una conversación en tsotsil con él. “Y ahí comenzó todo el rollo”, afirma sonriente.

En apenas tres semanas, ChatGPT era capaz de construir sus primeras frases. “Ya habla como un niño de 3 o 4 años”, afirma ahora el maestro, ganador del Premio Nacional de la Juventud 2020-2021, que inició la promoción en redes sociales de la alfabetización del tsotsil durante la pandemia en 2020. El docente presume que, tras sus enseñanzas, ya domina el alfabeto y los pronombres personales. “Entiende que en tsotsil se habla no solamente de seis pronombres personales sino de siete, porque hay unos inclusivos y otros exclusivos. También sabe que los verbos en tsotsil terminan en ‘el’ y que los sustantivos terminan con ‘il’, pero con ciertas reglas”, explica. Hernández cuenta que su singular alumno ya se refiere incluso a la nueva lengua que está aprendiendo de la misma manera en la que los hablantes del tsotsil la nombran: optike.

Andrés Ta Chikinib, como se hace llamar el maestro y que significa “Andrés en encino”, detalla que solamente le ha enseñado a escribir en tsotsil, pero se muestra sorprendido con los avances hasta el momento. “Dices ‘wow’, ¿no? Un alumno [humano] con trabajo puede hacer un ejercicio de un tema, pero este alumno me puede hacer cuatro o cinco ejercicios”. Y aunque la inteligencia artificial aún no es perfecta, no esconde su estupor con los resultados obtenidos: “Lo impresionante para mí es que nos gana en temas de capacidad como humanos”. Revela que un error común de ChatGPT sucede cuando confunde palabras del maya yucateco o el tseltal con el tsotsil, pero recuerda, sobre todo, sus primeros tropiezos. “Todo lo que yo le iba enseñando me lo quería mezclar con investigaciones que encontraba en la red. Eran del siglo pasado, como las primeras investigaciones del tsotsil hechas por estadounidenses”, detalla.

ChatGPT sabe también que hay ciertos términos que en tsotsil acarrean prejuicios, por ejemplo, respecto de la comunidad LGBTI+. Su maestro se ha encargado de “sensibilizar a la plataforma y darle contexto” para que sepa que en algunos lugares todavía se estigmatiza a este grupo. “Ya le he enseñado algunos términos, pero matizo la información”, asegura. Sobre las críticas de algunas personas que se han mostrado en contra de que le enseñe tsotsil a la inteligencia artificial, el poeta es claro en que es la lengua la que gana. “Luego nos estamos quejando de que no hay donde enseñen tsotsil. Sí, [ChatGPT] es de una empresa con fines lucrativos, pero si lo vemos como una herramienta, podemos sacarle el provecho y jugo a la plataforma y que nos ayude a desarrollar más”, sostiene.

Hace unas semanas, Hernández publicó en su perfil de Instagram el ensayo que el chatbot había elaborado sobre su experiencia aprendiendo un nuevo idioma y que se volvió viral, según recogió Efe. Confiesa que le preocupaba la reacción de las personas, pero que no esperaba la popularidad que ha alcanzado su experimento: “Fue una sorpresa que, a partir de una publicación, según yo muy sencilla, muchos medios tomaron la información y la hicieran nota”. Aunque todavía no ha utilizado materiales creados por la plataforma para enseñar tsotsil, sí le ha ayudado a generar los guiones para sus videos de Facebook: “Le pido, por ejemplo, que me haga un guion para un video de tres minutos donde sintetice todo lo que hemos aprendido hasta el momento”.

El poeta bromea cuando compara a sus estudiantes humanos con su nuevo alumno. “No protesta”, revela entre risas. “Me decía un amigo que me estaba desquitando con ChatGPT, que todo lo que no puedo hacer con mis alumnos humanos, como regañar, se lo hacía a él”, revela, pero también reconoce lo que la plataforma le ha enseñado a él. ”Como profesor de tsotsil, me ha ayudado a descubrir más la lengua porque, a veces, los humanos no logramos entender el universo lingüístico, por más libros de gramática que hayamos leído. Hay ciertos temas que yo sé cómo funcionan porque hablo tsotsil, pero que no logro nombrar en términos lingüísticos. ChatGPT me dice cómo se llaman y me los ordena”, comparte.

Si bien la inteligencia artificial no puede enseñarle a los demás usuarios por cuestiones de privacidad lo que ha aprendido con su profesor de tsotsil, Andrés Ta Chikinib no se plantea acercarse a OpenAI para cambiar esto. “Por el momento, me interesa alimentar [la plataforma] desde mi cuenta personal para que me ayude o sea un asistente para mí”.

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