La familia del mexicano secuestrado en el mar Rojo: “Ellos no tienen nada que ver con el conflicto”
Arturo Zacarías se encontraba en el buque ‘Galaxy Leader’ cuando fue tomado por rebeldes huthíes de Yemen, que piden que cese la “agresión” de Israel sobre Gaza
Las bombas y los tiroteos entre Palestina e Israel se sienten a miles de kilómetros, en el pequeño pueblo de Misantla, en la sierra de Veracruz. Allí, María Teresa Meza, la madre de Arturo Zacarías Mesa, pide en una entrevista a la agencia Associated Press (AP) la liberación de su hijo de 31 años, secuestrado el pasado domingo junto a toda la tripulación del buque carguero Galaxy Leader. “Ellos no tienen nada que ver con el conflicto”, expli...
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Las bombas y los tiroteos entre Palestina e Israel se sienten a miles de kilómetros, en el pequeño pueblo de Misantla, en la sierra de Veracruz. Allí, María Teresa Meza, la madre de Arturo Zacarías Mesa, pide en una entrevista a la agencia Associated Press (AP) la liberación de su hijo de 31 años, secuestrado el pasado domingo junto a toda la tripulación del buque carguero Galaxy Leader. “Ellos no tienen nada que ver con el conflicto”, explica con una foto de su hijo en la mano.
“Ellos” son los 25 tripulantes de un carguero que los rebeldes yemeníes, respaldados por Irán, tomaron por la “horrible agresión” de Israel sobre Gaza, donde viven los “hermanos palestinos” de los huthíes. Sin embargo, el mexicano trabaja como ingeniero naval en un barco donde no había ningún israelí: lo gestiona una naviera japonesa, flota bajo la bandera del paraíso fiscal de Bahamas y es propiedad de una empresa con sede en la isla de Man, entre Gran Bretaña e Irlanda. El único vinculado a Israel no iba en el buque: su dueño, el empresario Abraham Ungar, que además comparte esa nacionalidad con la británica.
Zacarías estaba embarcado en el Galaxy Leader -un buque que se dedica a transportar vehículos- desde el 4 de junio. Enviaba mensajes constantes a sus familiares hasta el pasado domingo. Al día siguiente del secuestro, un representante legal de la naviera nipona Nippon Yusen (NYK Line) informó por mensaje de WhatsApp a Veracruz sobre el secuestro del barco.
Luego llegaron los vídeos que compartieron los huthíes en redes sociales. “Es de película”, comenta José Luis, hermano de Zacarías. Las imágenes muestran como un helicóptero se posa en el barco y unas 10 personas cubiertas con pasamontañas y armadas con fusiles corren por la cubierta hasta llegar a la sala de mando. Los familiares del mexicano no consiguieron verlo en los 2 minutos y 16 segundos que dura la grabación.
Zacarías “quería conocer el mundo a través del mar”, explica su madre. En su casa tiene un pequeño altar donde la virgen de Guadalupe custodia una foto del ingeniero naval el día de su graduación. “Es una impotencia no saber nada de mi hijo”, dice su madre. El buque lleva incomunicado desde el domingo. Los rebeldes huthíes afirman que se encuentra en un puerto bajo su control, en un país dividido por una guerra civil desde 2014.
El Gobierno de México informó el domingo de que en el barco secuestrado se encontraban dos mexicanos. Podrían haber sido tres. Manuel Rolón, también veracruzano, se bajó de vacaciones en Turquía, desde donde el barco zarpo con dirección a Japón a través del mar Rojo. La identidad del otro mexicano secuestrado se desconoce.
Zacarías termina su contrato el 30 de noviembre. Después de esa fecha pensaba regresar a México para pasar las navidades en Misantla. Su madre solo espera que regrese bien: “Es una impotencia no saber nada de mi hijo, yo ya lo quiero tener aquí en mi casa sano y salvo”.
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