Dos muertos tras la irrupción de un comando armado en un hotel de la Riviera Maya
Las autoridades afirman que se trató de un enfrentamiento entre dos bandas rivales de narcotraficantes en Puerto Morelos y confirman que no hubo turistas heridos de gravedad
Un choque entre dos bandas rivales de narcotraficantes ha sembrado el pánico en la Riviera Maya. Al menos dos personas han muerto tras la irrupción de un comando armado en un hotel de Puerto Morelos, en el Caribe mexicano, han confirmado las autoridades este jueves. El tiroteo provocó que cientos de turistas y trabajadores tuvieran que resguardarse, sin recibir explicaciones de lo que sucedía. Durante poco más de una hora no hubo información oficial sobre el enfrentamiento y reinó el caos y la confusión, en una reg...
Un choque entre dos bandas rivales de narcotraficantes ha sembrado el pánico en la Riviera Maya. Al menos dos personas han muerto tras la irrupción de un comando armado en un hotel de Puerto Morelos, en el Caribe mexicano, han confirmado las autoridades este jueves. El tiroteo provocó que cientos de turistas y trabajadores tuvieran que resguardarse, sin recibir explicaciones de lo que sucedía. Durante poco más de una hora no hubo información oficial sobre el enfrentamiento y reinó el caos y la confusión, en una región mundialmente conocida por su atractivo turístico, pero que ha visto en los últimos años cómo la criminalidad y la violencia se han disparado. La Fiscalía local confirmó que dos personas murieron en el lugar, pero agregó que no hubo turistas lesionados de gravedad.
Los informes policiales dan cuenta de que 15 hombres que portaban armas largas entraron a través del área de playa que une a los hoteles Hyatt Ziva Riviera y Azul Beach. Las autoridades han informado de que al menos una turista recibió atención médica después de sufrir un golpe. Los fallecidos fueron identificados como supuestos narcomenudistas, sin que se detallara ningún rasgo particular ni a qué grupos pertenecían.
Los huéspedes han asegurado que han tenido que resguardarse después de que se escucharan disparos. “Tirador activo en la propiedad del Hyatt Ziva Riviera”, ha publicado Mike Sington, un ejecutivo estadounidense de la NBC hospedado en el complejo hotelero Hyatt. “Todos los huéspedes y empleados se están escondiendo. Paramédicos han llegado”, ha agregado Sington. Los mensajes se empezaron a difundir alrededor de las dos de la tarde.
En las publicaciones en redes sociales se muestra cómo los huéspedes y los trabajadores son escoltados fuera de las zonas públicas del hotel y permanecen agachados para protegerse. En otros mensajes compartidos en Twitter se retrataba a varias personas que fueron concentradas en la recepción tras la irrupción del comando. En imágenes posteriores se muestra cómo los turistas formaban barricadas en las puertas de sus habitaciones en medio de la incertidumbre.
“Entendemos que el equipo del hotel contactó de inmediato a las autoridades locales que se encuentran en el lugar investigando la situación”, dijo a la cadena Telemundo un portavoz de Hyatt. “Se están tomando medidas en un esfuerzo por garantizar la seguridad de los huéspedes y colegas”, ha agregado el hotel. En un primer momento no se revelaron más datos sobre el móvil del enfrentamiento ni sobre personas detenidas tras los hechos. Después la Fiscalía dijo que ambas bandas se disputan espacios para la venta de droga. La Embajada de Estados Unidos en México señaló que estaba al tanto de los hechos y pidió que los huéspedes se pusieran en contacto con sus familias para decirles que estaban bien.
Las primeras versiones aseguraban que se trataba de un secuestro. Esta información fue desmentida por la Fiscalía, aunque sí se supo que los perpetradores huyeron tras robar una lancha. “Se dirigieron directamente a las dos personas que permanecían en la zona de playas, capturando a uno de ellos, mientras que otro corrió hacia el interior de un centro de hospedaje donde finalmente quedó sin vida, mientras que al otro sujeto lo privaron de la libertad y metros adelante de la vida, dándose a la fuga”, señaló la Fiscalía en un comunicado.
La bahía de Petempich, donde desembarcó el comando, se encuentra entre los centros turísticos de Cancún y Playa del Carmen, a unos 20 kilómetros del aeropuerto internacional. La policía local se limitó a informar de que se había trasladado a la localidad, un antiguo puerto de pescadores que ha ganado adeptos por estar lejos del ajetreo recurrente del corredor turístico, tras recibir una llamada de emergencia. “Se reportó al 911 una actividad irregular suscitada en las inmediaciones de un hotel”, ha informado.
Pero esa llamada “actividad irregular” es cada vez más común en el Estado de Quintana Roo, que concentra otros destinos de reputación mundial en el Caribe mexicano. La violencia no ha dado tregua. Esta misma semana, el cuerpo de un hombre maniatado fue abandonado en un parque de Cancún. Un tiroteo en un bar de Tulum provocó el pasado 20 de octubre la muerte de dos turistas extranjeras, una india y una alemana, y otros tres resultaron heridos. Un mes antes, un taxista y un guardia de seguridad fueron acribillados en otro tiroteo en la localidad. En agosto, un hombre murió tras recibir un disparo en la nuca, también en Tulum.
Mientras la noticias de sucesos violentos llegan desde el Caribe, el gobernador del Estado, Carlos Joaquín, anunció esta semana que la policía de Tulum había aumentado sus agentes hasta los 500 para encarar la violencia. “Todos somos culpables, de alguna manera, y es por eso que el reto es recobrar esa imagen de un destino de éxito y seguro”, dijo el martes Joaquín, que no se pronunció en público al menos en las seis horas que siguieron al tiroteo. “Es un hecho que lastima a nuestra sociedad y la búsqueda de tranquilidad en la que trabajamos. Seguiremos investigando junto con las fuerzas federales hasta dar con los responsables”, lamentó finalmente por la noche el gobernador.
Quintana Roo ha rebasado el umbral de los 1.000 homicidios durante los primeros nueve meses del año, según los últimos datos oficiales disponibles. La última Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), un termómetro oficial sobre la violencia en el país, señala que 8 de cada 10 habitantes se sienten inseguros en el Estado. La inseguridad es el tema que más preocupa a la población, casi el doble que los problemas que siguen en la lista, como el desempleo y el acceso a los servicios de salud. La criminalidad costó en 2020 a Quintana Roo más de 7.354 millones de pesos (unos 370 millones de dólares y unos 160 millones de dólares más que en 2019), según la Envipe.
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