López Obrador toma las riendas de la gestión política de la Línea 12
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, da un paso atrás y deja en el aire la permanencia de la directora del metro, Florencia Serranía
Andrés Manuel López Obrador ha tomado el bastón de mando en la gestión política de la tragedia del metro de Ciudad de México. Fue la propia Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la capital, quien dio a conocer a la prensa que el presidente será el único que comunicará los avances y dará a conocer los acuerdos con los constructores para la rehabilitación de la línea 12, tras el colapso que dejó 26 personas muertas y decenas lesionadas el pasado 3 de mayo. “Hay un acuerdo de que todo se informe a través del presidente”, reconoció Sheinbaum tras la insistencia de los reporteros por conocer el...
Andrés Manuel López Obrador ha tomado el bastón de mando en la gestión política de la tragedia del metro de Ciudad de México. Fue la propia Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la capital, quien dio a conocer a la prensa que el presidente será el único que comunicará los avances y dará a conocer los acuerdos con los constructores para la rehabilitación de la línea 12, tras el colapso que dejó 26 personas muertas y decenas lesionadas el pasado 3 de mayo. “Hay un acuerdo de que todo se informe a través del presidente”, reconoció Sheinbaum tras la insistencia de los reporteros por conocer el futuro de Florencia Serranía, la directora del metro, ante los rumores de que tenía las horas contadas en su cargo. La directriz llega un día después de una reunión esta semana entre el presidente, la mandataria, y el hombre más rico del país, Carlos Slim, en el Palacio Nacional.
El enroque para hacer el control de daños tras la tragedia aparentemente ya se ha hecho patente. López Obrador ha dicho en su conferencia matutina que “daba su palabra” para que el servicio en la Línea 12 se reanude “a más tardar” en un año. “Se va a hacer una revisión completa, ya se está llevando a cabo, yo me hago cargo de eso”, ha señalado el presidente, llevándose la mano al pecho antes de matizar un par de segundos después, “para que no se malinterprete: esta fue una iniciativa de la jefa de Gobierno, a la que apoyo y respaldo”.
Un par de horas después, Sheinbaum ―que presentó la semana los primeros resultados de los peritajes técnicos; que llamó a Grupo Carso, propiedad de Slim y constructora del tramo siniestrado, a asumir los costos de rehabilitación de la línea, y que había centrado sus discursos en la reparación de las víctimas― encabezaba la ceremonia de graduación de los policías y se limitaba a dar un mensaje en clave histórica, antes de que sonaran los toques de bandera y el himno de la corporación policial. El acto duró menos de una hora y no se admitieron preguntas de la prensa.
En los 52 días que han pasado tras el derrumbe, los papeles se habían invertido. Era López Obrador, quien eludía el tema y quien justificaba que no haberse presentado en la zona cero del derrumbe para evitar “demagogias”. Sheinbaum cargaba la loza de los últimos escándalos: primero, tras un amplio reportaje de The New York Times publicado el fin de semana previo a que se revelara el peritaje y, después, tras la filtración del dictamen preliminar al periódico El Financiero unas horas antes de la presentación el pasado 16 de junio.
“Quisiera ya pedirles que no tocáramos este tema”, dijo Sheinbaum el 15 de junio, desgastada por las preguntas de los medios de comunicación. “No quisiera seguir hablando sobre este tema de la Línea 12, no por otra cosa sino porque justamente lo que quieren es esta confrontación en la que yo por ningún motivo voy a caer”, dijo la jefa de Gobierno, después de que la nota del Times y los primeros resultados técnicos señalaran fallos en la construcción, realizada durante el Gobierno de Marcelo Ebrard, actual secretario de Relaciones Exteriores y que, junto a Sheinbaum, estaba entre los aspirantes más adelantados para suceder a López Obrador en 2024.
En las siete semanas que han seguido a la tragedia, Serranía, responsable del metro, no ha tenido ninguna aparición pública. No fue convocada a la presentación del primer dictamen. No ha publicado ningún mensaje en su cuenta de Twitter. La directora, que ya había ocupado el mismo cargo durante la Administración de López Obrador en la capital, está en la diana de la opinión pública: en menos de tres años de gestión ha tenido un choque de trenes, un incendio en un puesto de control y el colapso en la Línea 12. Apenas el miércoles se cayó un plafón de uno de los accesos peatonales de la estación Villa de Cortés. Los reporteros le preguntaron esta misma semana a Sheinbaum dónde estaba Serranía. “Está haciendo su trabajo”, contestó la mandataria y agregó que ha tenido reuniones con uno de los sindicatos del metro y con la Secretaría local de Obras. También ha hecho recorridos, dijo la jefa de Gobierno, para evaluar la reapertura parcial de la Línea 12, en el tramo que corre bajo tierra.
Cuando se hicieron más fuertes los rumores sobre la salida de Serranía, Sheinbaum dijo el miércoles: “Ya en su momento lo informaré”. La justificación hizo referencia ese acuerdo con el presidente y aseguró que “no hay nada que esconder”. No está claro si lo que iba a informar el presidente se acotaba al acuerdo de rehabilitación que pagarán, en parte, los constructores. Tampoco ha habido ninguna aclaración al respecto. En el aire está la continuidad de la directora del metro, la estrategia de comunicación a la ciudadanía y cuánto durará el cambio por un perfil más bajo y de menor exposición mediática de la jefa de Gobierno.
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