Pemex corta a más de la mitad el suministro de gas etano a la planta de Odebrecht en México
López Obrador denuncia como “leonino” el acuerdo firmado por la Administración del PRI y anuncia la revisión de más contratos de empresas privadas con la Comisión Federal de Electricidad
La cruzada energética de Andrés Manuel López Obrador sigue su curso. Este miércoles, el mismo día que la mayoría de Morena en el senado daba vía libre a la polémica reforma eléctrica, el presidente mexicano ha anunciado un drástico recorte del contrato de suministro de gas etano a la filial mexicana de Odebrecht. La lógica detrás de las dos medidas es la misma: la protección de las empresas paraestatales, Pemex y Comisión Federal de Elec...
La cruzada energética de Andrés Manuel López Obrador sigue su curso. Este miércoles, el mismo día que la mayoría de Morena en el senado daba vía libre a la polémica reforma eléctrica, el presidente mexicano ha anunciado un drástico recorte del contrato de suministro de gas etano a la filial mexicana de Odebrecht. La lógica detrás de las dos medidas es la misma: la protección de las empresas paraestatales, Pemex y Comisión Federal de Electricidad, en detrimento de las compañías privadas. El mandatario calificó el contrato de gas como “leonino” además de recordar la supuesta implicación de la filial mexicana de la compañía brasileña, Braskem-Idesa, en la trama de corrupción y sobornos destapada en el juicio contra el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya.
El complejo petroquímico de Odebrecht en México se quedará así a medio gas. El nuevo acuerdo con Braskem-Idesa reducirá a menos de la mitad el suministro de gas etano en Veracruz. Hasta ahora, Pemex tenía la obligación de proveer 66.000 barriles diarios de gas etano a la empresa localizada en el Estado de Veracruz durante un periodo de 20 años. Con este nuevo acuerdo el volumen de suministro se reduce a 30.000 barriles diarios y solo estará vigente hasta 2024. El mandatario aseguró que este nuevo acuerdo generará ahorros por 13.749 millones de pesos, unos 659 millones de dólares.
López Obrador aseguró que las condiciones contractuales anteriores eran perjudiciales para la petrolera estatal y suponía un subsidio a favor de Odebrecht. “No por los empleos vamos a ser cómplices de un acto de corrupción y de abuso. Ya afortunadamente se llega a este acuerdo. A ellos les conviene, yo estoy seguro de que van a seguir operando y tiene futuro esta planta”, indicó durante su conferencia matutina. Braskem-Idesa ha declinado hacer comentarios sobre la reducción de gas etano.
En otro aviso a navegantes, el mandatario adelantó que la revisión de los contratos en el sector energético será una constante a partir de ahora. De hecho, la recién aprobada reforma eléctrica, que da marcha a atrás a la liberalización del mercado iniciada por el Gobierno anterior del PRI, abre la puerta a revisar los acuerdos ya firmados. Los permisos de autoabastecimiento, ampliamente utilizados por las empresas para suministrarse electricidad a partir de fuentes privadas, podrán ser revocados en caso de incurrir en “fraude a la ley”. El sector privado teme que la poca concreción y vaguedad de las cláusulas del nuevo texto legal dé lugar un amplio margen de discrecionalidad.
“Es lo mismo de la industria eléctrica lo que hicimos con el gas”, puntualizó el presidente, aprovechó para cargar de nuevo contra las multinacionales del sector. “Pero en este caso los contratos de generación de energía, de compra de energía de la CFE, no son de Odebrecht, son de Iberdrola. Se convirtieron en una empresa o como le llaman ahora a los monopolios, preponderante en el sector. Tan es así que se llevaron a trabajar a la Secretaria de Energía y al mismo Presidente Calderón lo llegaron a contratar como consejero”.
Desde el inicio de Administración de López Obrador la factoría de Braskem, filial de Odebrecht y de la mexicana Idesa, estuvo en el punto de mira del Ejecutivo por las supuestas irregularidades en las que se pactó el contrato de suministro de gas natural. Estas críticas arreciaron tras los señalamientos del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, sobre sobornos por al menos 84 millones de pesos, que supuestamente pagó la constructora brasileña al Gobierno de Peña Nieto en 2014 para garantizar la operación de la planta.
Etileno XXI
La planta de Odebrecht en Veracruz, Etileno XXI, se echó a andar en el sexenio anterior como un megacomplejo industrial que apuntalaría la industria petroquímica en el país. El plan del complejo petroquímico comenzó como una idea para rentabilizar los excedentes de etano, la materia prima para la elaboración de polietilenos de alta y baja densidad utilizados en la fabricación de plásticos, tuberías, llantas y muchos otros productos. El contrato de suministro por 20 años fue adjudicado al consorcio Braskem-Idesa en 2009.
En los últimos 15 años Pemex pasó de contar con un excedente de etano a importar esta materia prima para esquivar las penalizaciones con terceros. Pemex se comprometió a entregar 66.000 barriles diarios de etano a Etileno XXI. Sin embargo, desde que la factoría encendió motores a la fecha la petrolera estatal no fue capaz de abastecer al menos un 70% de esta cuota. Por este motivo, de 2016 a 2018 Pemex acumuló 2.813 millones de pesos en penalizaciones como dio a conocer la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en 2018. Un lastre de penalizaciones que ha seguido hasta la fecha.
Octavio Romero, director de Pemex, ha informado que la petrolera no pagará las penalizaciones de 2019 y 2020 que suman 147 millones de dólares por el incumplimiento en el suministro de gas etano. Además, Braskem-Idesa pagará a Pemex el 100% del precio de referencia internacional del gas etano y el costo de transporte del insumo nacional o importado en el nuevo pacto. “El costo de transporte de gas etano nacional e importado corría por cuenta de Pemex en el anterior contrato, ahora, el costo del transporte correrá por cuenta de la empresa y deja de ser una carga para Petróleos Mexicanos y para el Estado mexicano”, señaló.
El director de Pemex añadió que la petrolera se comprometió a colaborar con Braskem-Idesa para que la empresa pueda instalar una terminal de importación de gas y resuelva sus necesidades de suministro directamente, y se le otorgará el primer derecho de preferencia del gas etano que la petrolera no use para sus procesos.
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