La elección interna en Morena se calienta con el cruce de ataques entre los candidatos

Las amenazas de expulsión de Porfirio Muñoz Ledo al canciller Marcelo Ebrard tensan un largo proceso marcado por los tribunales

Marcelo Ebrard camina con Muñoz Ledo y Mario Delgado durante su comparecencia en el Congreso.Isaac Esquivel (cuartoscuro)

La temperatura se eleva al interior de Morena. Los ataques entre algunos contendientes a dirigir el partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador han subido de intensidad. El cruce de acusaciones salpica un largo proceso que ha ganado en confusión gracias a los mandatos de las autoridades electorales, quienes han modificado recientemente, y por enésima vez, una convocatoria de renovación que data de noviembre de 2019. Hasta este lunes, más de 100 militantes han levantado la man...

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La temperatura se eleva al interior de Morena. Los ataques entre algunos contendientes a dirigir el partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador han subido de intensidad. El cruce de acusaciones salpica un largo proceso que ha ganado en confusión gracias a los mandatos de las autoridades electorales, quienes han modificado recientemente, y por enésima vez, una convocatoria de renovación que data de noviembre de 2019. Hasta este lunes, más de 100 militantes han levantado la mano para ocupar la presidencia y la secretaría general de la organización. Ambos puestos, que deben llenarse por un hombre y una mujer por criterios de paridad, serán elegidos por una encuesta abierta a la población general. El método de selección es la más reciente arma arrojadiza en una competencia en la que sobran motivaciones de ataque entre los aspirantes.

El proceso interno de Morena se lee en clave de la elección intermedia de junio de 2021, cuando se renovará la Cámara de Diputados y serán elegidos 15 nuevos gobernadores en el país y más de 2.000 alcaldías. El partido de López Obrador parte como el favorito para esos comicios. La jornada será también el punto de partida para aquellos que deseen relevar a López Obrador en Palacio Nacional en diciembre de 2024. A pesar de la lejanía, las presidenciales ya agitan la vida interna de la organización.

“Marcelo Ebrard está ansioso, ganoso, desembocado para ser presidente de la república”, afirmó a este diario el diputado Porfirio Muñoz Ledo, uno de los aspirantes a la presidencia del partido, sobre el secretario de Relaciones Exteriores de la Administración. “Que se cuide. Perdóname, Marcelo, pero te vas a ir del partido si sigues así”, dijo a este diario el veterano político de 87 años, a quien se le vincula con Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, otra de las cartas fuertes del partido para 2024. Muñoz Ledo, expresidente del Congreso, también amenazó con expulsar del grupo a su rival en la contienda, el también diputado Mario Delgado, cercano a Ebrard.

Las declaraciones de Muñoz Ledo no fueron bien recibidas en el entorno cercano del canciller. Sus allegados recordaron la precocidad política del fundador del PRD. La senadora por Morena Martha Lucía Micher lo acusó de pactar en 1991 con el expresidente Carlos Salinas, el gran villano para la izquierda mexicana. Micher asegura que Muñoz Ledo le “levantó la mano” al panista Vicente Fox, quien lo integró a su equipo durante su presidencia y lo nombró embajador ante la Unión Europea entre 2001 y 2004. También recordó que estuvo en la nómina del Gobierno de Miguel Ángel Mancera, del PRD. “Quizá por ahí se explique su postura contra Ebrard”, escribió Micher en Twitter.

Delgado, de campaña por el norte, evitó la confrontación. “Soy un promotor de la unidad”, dijo desde Sonora. “No es tiempo de dividirnos ni de denostarnos”, añadió ante los cuestionamientos de la prensa local sobre las palabras de Muñoz Ledo. El diputado es uno de los principales contendientes que defienden el método de selección elegido por el Tribunal Electoral y el Instituto Electoral (INE). “La encuesta es una vacuna contra el amiguismo, las corrientes, el sectarismo, los grupos, no hay manera de incidir”, afirma el político, quien como muchos en Morena, abandonó el PRD para sumarse al movimiento obradorista.

Gibrán Ramírez Reyes, el más joven entre los principales contendientes a dirigir el partido, sí respondió a las críticas y amenazas recibidas por Muñoz Ledo. El diputado lo acusó en la misma entrevista de malos manejos al frente de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS). “Navega entre las peligrosas aguas de la calumnia, la denigración y el ridículo”, reviró el aspirante en las páginas de Milenio. “Mi gestión está limpia y auditada por un despacho externo”, añadió Ramírez, quien se encuentra en campaña, y quien a su vez acusa a Muñoz Ledo de ser utilizado por la actual dirigencia de Morena sin “siquiera advertirlo”.

Morena tiene un centenar de aspirantes en su proceso interno: 47 militantes buscan presidir la organización y otros 53 buscan la secretaría general. El INE realizará dos encuestas. La primera depurará la larga lista de aspirantes a 12 contendientes, seis por cada cargo. Posteriormente, otra arrojará a los ganadores. Este proceso, no obstante, ha sido llamado antidemocrático y repudiado por otros candidatos.

Las empresas demoscópicas tendrían que haber comenzado a llamar el 16 de septiembre. El partido de López Obrador contaba la semana pasada solo con 11 mujeres entre 71 aspirantes. Un fallo del Tribunal Electoral, sin embargo, ordenó paridad en el proceso, por lo que fue necesario revisar y ampliar el número de candidatas a los cargos. Esto obligó a aplazar la encuesta. Así se llegó al centenar de interesados en la eterna disputa interna de Morena.


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