Chile en el tobogán
La derrota ante Argentina reabre los temores de la selección de Ricardo Gareca. No tiene gol y el Mundial se va cada vez más lejos
Seis de las diez selecciones sudamericanas cambiaron entrenadores para la segunda etapa clasificatoria. Sobre todo, las cuatro que están en el fondo y aspiran a un cupo en el repechaje mundialista.
Por eso, la derrota por 3-0 frente a Argentina en el Monumental representaba el debut oficial de Ricardo Gareca al frente de Chile. Y ese fue el único cambio. Porque los errores históricos del proceso quedaron tristemente en evidencia en la goleada: traslado lentísimo del balón, jugadores al borde de la intrascendental, errores defensivos de concentración, pérdidas dolorosas del balón en la salida y, sobre todo, una impresionante falta de gol y de oportunidades para marcarlos.
Chile completó siete partidos sin marcar. Y está muy lejos de entregar ilusiones en esa materia. Gareca le entregó la responsabilidad a Eduardo Vargas, un veterano de la generación dorada que es el segundo goleador histórico tras el lesionado Alexis Sánchez. Pero su larga ausencia de las convocatorias y la suplencia reiterada en su club, el Atlético Mineiro, le han pasado la cuenta.
Está muy mal abastecido, por cierto, pero ahí tampoco se nota la mano de Gareca, que ha fallado en la conformación del equipo y en los cambios para matizar. No tiene muchas opciones, por cierto, pero su mano se nota poco.
El rival inmediato es Bolivia, que se hará fuerte en El Alto, un estadio aún más alto que el de La Paz, a cuatro mil metros de altura. Y que ha ido a Santiago a robar dos empates en las últimas clasificatorias. Un temor que la sequía goleadora trae de vuelta ahora que la caída es libre y que parece no tener fin.
Para el entrenador, “no hay lugar para el lamento”.