Colombia una hermosa contradicción
Nunca en Colombia habíamos llegado a un certamen electoral en un río revuelto de sospechas de fraude
Las contradicciones son románticas, productoras de victorias, también de grandes fracasos y Colombia es territorio propicio para que unos sostengan lo contrario de lo que otros afirman. Somos habladores y no nos ponemos de acuerdo casi nunca. Hay extremos y el centro no logra, sino de manera excepcional, juntar a los contradictores.
El primer contradictor del centro fue nadie menos que El Libertador Simón Bolívar, quien fue el primer romántico de Colombia. Ante la realidad de que algunos criollos se declararan de centro, decretó la guerra a muerte el 15 de junio de 1813 y creó un escena...
Las contradicciones son románticas, productoras de victorias, también de grandes fracasos y Colombia es territorio propicio para que unos sostengan lo contrario de lo que otros afirman. Somos habladores y no nos ponemos de acuerdo casi nunca. Hay extremos y el centro no logra, sino de manera excepcional, juntar a los contradictores.
El primer contradictor del centro fue nadie menos que El Libertador Simón Bolívar, quien fue el primer romántico de Colombia. Ante la realidad de que algunos criollos se declararan de centro, decretó la guerra a muerte el 15 de junio de 1813 y creó un escenario de patriotas de una parte y enemigos nacionales de otra. Graduó a los patriotas de nacionales y a los que estaban con el rey de antinacionales. “Españoles y Canarios contad con la muerte aunque seáis inocentes. Contad con la vida aunque seáis culpables”. Así acabó con los que creían que se podía ser neutral. El SI y el NO, en su más sofisticada versión. No hay tregua. El “tal vez” o el “no estoy seguro” no tuvieron cabida.
El centro (coalición de la esperanza) en esta etapa electoral de Colombia tampoco pegó. Ni siquiera pudieron tomar una decisión postelectoral después de perder en la primera vuelta. Nos derrotaron los extremos y se les apareció un “outsaider” un forastero que no es de izquierda ni de derecha ni de centro; es de todo un poquito y le aguó la fiesta al que más votos sacó. La segunda vuelta escogerá a un presidente que tendrá que maniobrar con mano maestra al adversario que pierda. Nunca en Colombia habíamos llegado a un certamen electoral en un río revuelto de sospechas de fraude. En algunos casos hemos tenido suspicacias de fraude pero después de los comicios y no antes de. Sin embargo, por ahora las dudas se disiparon con la rápida información del órgano electoral. El registrador les tapó la boca.
Nuestra tradición democrática nos ha permitido crecer con contradicciones pero sin golpes militares. Solo dos en cien años. En 1853 el General Melo y en 1953 el General Rojas, han sido los únicos regímenes en los que la jefatura del Estado no ha estado en cabeza de civiles, buenos, malos y regulares pero elegidos en democracia. Muy diferente a las experiencias de Brasil, México y Argentina. Dictaduras por muchos años y Revolución en el caso mexicano con presidente asesinado y muchos muertos. Desinstitucionalidad, violación a los derechos humanos.
Tuvimos sí, problemas graves de violencia en el siglo XIX y en el XX al amparo partidista de ser liberal o de ser conservador “para engrandecer el acto de codicia”. Esa guerra civil no declarada terminó con el Acuerdo de Paz de 1956, el Pacto de Benidorm en España, entre el jefe del partido liberal, Alberto Lleras Camargo, y el jefe del partido conservador que estaba en el exilio, Laureano Gómez. Este frente nacional -muy criticado- acabó con la violencia liberal y la violencia conservadora. La violencia que padecemos hoy todavía es de guerrillas que no son liberales ni son conservadoras, son narcotraficantes y delincuencia común.
Los episodios de contradicción más recientes en Colombia son los que tienen que ver con el Acuerdo de Paz entre el gobierno colombiano y las Farc, de 2016, y el que se deriva del último fallo de la Corte Penal Internacional sobre el litigio con Nicaragua. El Acuerdo de Paz dividió el país en dos grandes bloques, no obstante la aprobación formal de este por parte del Congreso y de la Corte Constitucional. Mientras un sector lo defiende con vehemencia, el otro lo rechaza con fogosidad. El escritor y columnista Santiago Gamboa sostiene que “Colombia fue el país que logró pactar uno de los procesos de paz más completos y ambiciosos de la historia humana. ”La senadora Paloma Valencia sostuvo que “los acuerdos con las FARC violaron la democracia colombiana. Me parece que es una bofetada a Colombia y a las víctimas. Una contradicción que se mantiene viva.”
Ahora miremos el Fallo de la Corte sobre el litigio con Nicaragua. Carlos Gustavo Arrieta, agente del equipo negociador consideró que el balance es altamente positivo para Colombia. En cambio, uno de los candidatos con opción de ser presidente, el ingeniero Rodolfo Hernández, aseguró que los malos gobiernos no supieron defender ni siquiera nuestro mar, por eso nos quitaron 70.000 millas de mar donde pescaban los raizales de San Andrés. Muchas profundas diferencias que hacen de Colombia una hermosa contradicción.