La Federación Colombiana de Fútbol sobre la pelea de Ramón Jesurún en la Copa América: fue “impulsado por su instinto paternal”

El dirigente y su hijo estuvieron bajo custodia de las autoridades después de estar involucrados en una pelea con miembros de la seguridad del Hard Rock Stadium de Miami

Ramon Jesurun en el Estadio El Campin de Colombia, en febrero de 2024.Sebastian Barros (Getty Images)

La final de la Copa América se selló con un triunfo en el extratiempo para Argentina. Los campeones del mundo tomaron la delantera gracias a una anotación de Lautaro Martínez, que fue suficiente para asegurarles el bicampeonato continental. Al momento de repartir la medallería, los jugadores de ambos equipos subían a la tarima y saludaban a los directivos de la Conmebol. En medio de la euforia y desazón por el resultado, un detalle pasó inadvertido: Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, no estaba presente en la premiación. El dirigente había sido detenido minutos atrás por las autoridades locales tras protagonizar una pelea con las personas encargadas de la seguridad del Hard Rock Stadium de Miami.

Los hechos también involucran a Ramón Jamil Jesurún, el hijo del presidente de la Federación. Las cámaras de la cadena Fox Sports grabaron brevemente el altercado, en el que se ve a Jesurún hijo increpando a los miembros del equipo de seguridad mientras distintas personas que visten la camiseta de Colombia intentan detenerlo. La situación se habría propiciado después de que a padre e hijo se les impidiera utilizar los ascensores del escenario deportivo. Ambos fueron detenidos y la hora oficial de su captura, según se verifica en la reseña de la Policía de Miami, fue en la madrugada de este lunes. Los dos recuperaron su libertad al final del mismo día, después de comparecer ante un tribunal y ser denunciados con cargos de agresión física contra los oficiales de seguridad. Fueron obligados a pagar una fianza, y tendrán que comparecer de nuevo ante un juez en los próximos meses.

Al día siguiente de la detención, la Federación Colombiana de Fútbol publicó un comunicado defendiendo a su presidente. Empleados de la seguridad privada del estadio, dice el texto, fueron quienes impidieron el acceso oportuno a la gramilla. El hijo de Jesurún protestó al respecto, pero “la respuesta de uno de los guardias fue una maniobra con la mano que en segundos desató agresiones, y momentos de alta confusión”. Entonces el presidente, “impulsado por su instinto paternal...terminó desbordado por la situación”.

Jesurún llegó a su cargo en 2016, en reemplazo de Luis Bedoya, quien duró nueve años al mando de la Federación Colombiana y fue arrestado por el escándalo del Fifagate. Desde que Jesurún lidera la entidad, Colombia clasificó al Mundial de Rusia 2018, se perdió Catar 2022, fue eliminada en los cuartos de final de la Copa América Brasil 2019 y dos años más tarde, en ese mismo país, entró al podio con el tercer lugar. El subcampeonato de este fin de semana es su logro más importante, de momento. Cuatro entrenadores han estado en el banquillo técnico durante su presidencia: José Néstor Pekerman, Carlos Queiroz, Reinaldo Rueda y Néstor Lorenzo. No obstante, más allá de lo estrictamente deportivo, a Jesurún se le reprocha por las acusaciones de cartelización en la venta de boletas de la selección Colombia, lo que llevó a que la Superintendencia de Industria impusiera una multa de más de 18.000 millones de pesos (6 millones de dólares) a la Federación y algunos de sus socios comerciales.

El desenlace del campeonato tuvo un sabor amargo para los colombianos. A pesar de la algarabía que desató el buen desempeño de la selección, la derrota a manos de Argentina y la antesala al partido disminuyeron la emoción que venía cultivándose desde el debut con Paraguay, el pasado 19 de junio. Horas antes de que se diera el pitazo inicial, una de las puertas de acceso al estadio fue forzada y seguidores de ambos países ingresaron corriendo y sin presentar su entrada en los respectivos filtros prestablecidos. Posteriormente, a través de redes sociales, circularon videos y fotografías de colombianos siendo detenidos y esposados. Aquellos incidentes obligaron a que se retrasara el inicio de la final, debido a que se cerraron las demás puertas y el público tuvo que esperar afuera, expectante y sin mayor información, por un poco más de una hora.

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