Pavimentaron el ferrocarril
El gobierno colombiano celebró pavimentar viejas vías férreas para crear paseos ecológicos dirigidos a los ciclistas. Pero para darle dinamismo a la movilidad se necesitan otros medios de transporte eficientes
Ocurrió hace unos días...el Presidente, la alcaldesa de Bogotá, la ministra de transportes y el gobernador de Cundinamarca se dieron cita para la reinauguración del ferrocarril que conecta a dos poblaciones del centro de Colombia: Facatativá y Zipacón.
El ambiente era de celebración. Todos llegaron en bluyines y tenis pues luego del evento formal, que incluyó la reapertura de la hasta entonces abandonada estación férrea de Facatativá, vendría un ameno recorrido en bicic...
Ocurrió hace unos días...el Presidente, la alcaldesa de Bogotá, la ministra de transportes y el gobernador de Cundinamarca se dieron cita para la reinauguración del ferrocarril que conecta a dos poblaciones del centro de Colombia: Facatativá y Zipacón.
El ambiente era de celebración. Todos llegaron en bluyines y tenis pues luego del evento formal, que incluyó la reapertura de la hasta entonces abandonada estación férrea de Facatativá, vendría un ameno recorrido en bicicleta que se prolongaría por varios kilómetros a pesar del cielo gris y nublado que anunciaba la pronta llegada de la lluvia.
“Estamos materializando un sueño, con este proyecto evidenciamos la transición del carbón a la ecología”, dijo el presidente Duque sonriendo, antes de ponerse el casco y las gafas oscuras, y enseguida puntualizó que la genial iniciativa posicionaba a Colombia como modelo en transporte ecológico y limpio.
Lo que no dijo el presidente es que eso que él llama transición se dio hace casi 40 años, pues desde comienzos de la década del ochenta del siglo pasado no circula una locomotora a carbón por esa vía férrea. Es más, desde hace casi 40 años no circula vagón, ni locomotora alguna sobre ese viejo ferrocarril. ¿De qué transición habla entonces?
Simple: pavimentaron el ferrocarril.
En Colombia nos ufanamos de cuanta cosa pasa, pero mostrar como señal de progreso y desarrollo la invasión de los antiguos corredores férreos para convertirlos en paseos ecológicos para los ciclistas raya en lo surreal. Mucho más cuando se quiere presentar esto como un ejercicio de posicionar al país como “modelo en transporte ecológico y limpio”, según dijo el presidente.
Modelo habría sido hacer todo lo posible por empezar a reactivar esas vías férreas para el transporte de pasajeros utilizando locomotoras eléctricas. Modelo habría sido renovar esos viejos corredores del ferrocarril para convertirlos en una alternativa al tradicional transporte en buses intermunicipales cuyos motores a explosión interna funcionan con contaminantes combustibles fósiles.
Vendrán ahora a decir que es muy costoso. Que no es rentable. Que se está promoviendo el turismo ecológico y deportivo. Yo solo les respondo que dejen de embaucar a los colombianos: que los trenes promueven el turismo. Un turismo democrático, no solo para aquellos que tienen la fuerza y la energía para montarse en una bicicleta. Que para disfrutar los paisajes y la naturaleza hay trenes con vagones panorámicos. Que para darle dinamismo a los suburbios de Bogotá se necesitan medios de transporte eficientes y no seguir el juego a los señores de los buses ad eternum.
Igual, ¿qué más da? Ya anunciaron que en otras cinco zonas del país decidieron pavimentar el ferrocarril, en lugar de revivirlo. Vaya excusa para sepultar la que debería ser una solución.
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