Estrellas pop unidas en la crisis
"La muerte no es el fin", amenazaba Bob Dylan en su modo apocalíptico. Un cínico apostillaría que, cierto, no supone ningún final en el negocio de la música pop, donde algunos ilustres cadáveres, sabiamente explotados, generan mucho más dinero del que lograron en vida. Se puede, por ejemplo, convertir en canciones los textos inéditos, revitalizando así su repertorio.