Talentos
La novela y otras góticas fijaciones
Viola di Grado acaba de hacer una broma. Ha torcido el semblante para anunciarla. Ha cogido aire para formularla y ha movido levemente la cabeza para celebrarla. "Es una llave muy grande", ha tratado de exclamar la escritora italiana de 23 años, después de que su madre, haya depositado la llave de su habitación en este hotel barcelonés escenario de la entrevista.