Los indignados de EE UU
Barack Obama dijo ayer, en su primera alusión a las protestas organizadas bajo el emblema de Ocupa Wall Street, que ese movimiento "refleja la frustración" del pueblo norteamericano por la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Con esta declaración, el fenómeno que empezó como una expresión marginal y que nunca ha generado movilizaciones significativas.
La llama prendió hace ya 20 días, pero el fuego del movimiento Ocupa Wall Street se ha avivado con fuerza durante la última semana y ha recibido su mayor impulso tras la multitudinaria manifestación celebrada en Nueva York el pasado miércoles, que reunió en las calles del distrito financiero a unas 20.000 personas.
Tras una gran limpieza en varios ministerios por sospechas de corrupción, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se ha embarcado en una nueva cruzada para poner un límite a los supersalarios, como los llaman en Brasil, de muchos altos funcionarios. La primera batalla la está librando contra el Tribunal Supremo Federal, cuyos miembros quieren incrementar sus sueldos en un 53%.
PABLO X. DE SANDOVAL | Madrid
"Les haré publicidad entre mis compañeros actores de Hollywood para que vengan", gritó el actor Jean-Claude Van Damm desde el gigantesco escenario instalado en el centro de Grozni, la capital de Chechenia, para celebrar el punto culminante de la fiesta de esa ciudad atormentada por la guerra en el pasado.
Mientras Europa agoniza por la crisis global y muchos de sus Gobiernos caen sin remedio, Polonia está a punto de conseguir lo nunca visto en sus 22 años de democracia. Si, como prometen las encuestas, el actual primer ministro, el liberal Donald Tusk, gana las elecciones parlamentarias del domingo, se convertirá en el primer dirigente que sale reelegido en el país centroeuropeo.
La condena de cárcel a John Demjanjuk dictada en mayo puede abrir una nueva oleada de investigaciones contra criminales nazis. Casi 66 años después del final de la II Guerra Mundial, Alemania pretende aprovechar la última oportunidad para castigar a los colaboradores del Holocausto.