Los indignados de Estados Unidos
Pasaron inadvertidos hasta que, en la tarde del sábado, llevaron su rabia al puente de Brooklyn. Solo entonces la voz de los indignados de Nueva York empezó a escucharse, cada vez más alto, en otras grandes ciudades de Estados Unidos.
BARBARA CELIS | Nueva York
Tras la 'primavera árabe' emerge en Nueva York un movimiento como el que tomó las plazas españolas
Muerte, dolor y hambre. Pocos medicamentos, tal vez interrupciones frecuentes del suministro eléctrico y escasez de gasolina para la población civil. Esa es la situación en la que se encuentra Sirte, la ciudad natal de Muamar el Gadafi, tras sufrir durante más de un mes el asedio de los rebeldes libios y los bombardeos de la OTAN.
Samia observa con atención el precio del bote de tomate y vuelve a dejarlo en el estante. Esta yemení, con 40 años y cinco hijos, tiene que mirar cada rial que gasta. El sueldo de funcionario de su marido no alcanza ante la inflación que sufre el país desde que empezó la revuelta contra el régimen de Saleh a finales de enero.
Para los hombres es más arriesgado dar la cara en la lucha por la tierra. Eso pensó un día Liria Rosa García, campesina de Curvaradó, un retazo de selva húmeda cerca de la frontera de Colombia con Panamá, en la zona de Urabá. Y se echó sobre los hombros la tarea de pelear por un territorio ancestral de comunidades negras del que huyó en 1997 cuando los paramilitares, con la complicidad del Ejército, entraron a adueñarse de todo.
El tsunami de la crisis económica avanza a toda velocidad hacia las costas de la política europea. Muchos síntomas permiten presagiar que, a corto y medio plazo, su impacto dejará un panorama político muy distinto del actual. Sin duda los electores desalojarán a muchos gobernantes de los palacios de poder.