He aquí el doble desaguisado de una gestoría: uno, dejar de pagar el agua, la luz y demás gastos de las 300 comunidades de vecinos que llevaba en el centro de Madrid, y dos, no devolverles su dinero a los clientes cuando, sorprendidos por los consiguientes avisos de corte de suministros, acuden a su sede para romper el contrato con ellos.
A Fernando Parrilla y a Maribel Muñoz parece importarles bastante poco los 30 millones de euros que ha costado su obra de 16.000 metros cuadrados. Lo único que le importa a esta pareja de arquitectos es que se entienda el concepto con el que han diseñado el espectacular edificio que ha crecido durante los últimos cinco años en Alcobendas.
Un centro "pionero en España", especializado en la atención de personas con deterioro cognitivo alto -alzhéimer o discapacidad intelectual- que viven en situación de gran dependencia para realizar las actividades de la vida diaria. Así presentó la Comunidad de Madrid en enero de 2007 una nueva residencia para mayores que empezaba a construir en San Blas.
Los madrileños desconocen el patrimonio de sus representantes políticos. No tienen acceso a esa información. Tampoco si los diputados de la Asamblea de Madrid compaginan la política con otra actividad, ni pueden acceder en Internet a los detalles de un concurso público o un contrato suscrito por la Administración regional."Dada la situación que se ha vivido en Madrid con los casos del espionaje y los contratos irregulares de la red Gürtel es necesaria una ley que aporte transparencia en los procesos de contratación y regule toda la información que planteamos", apunta José Manuel Franco, diputado socialista.
El Centro Pastoral San Carlos Borromeo, una de las dos parroquias que asisten a los 600 gitanos rumanos que habitan en las chabolas del poblado de El Gallinero (junto a la Cañada Real Galiana, en la A-3), interpuso ayer una denuncia contra la Policía Nacional por la intervención que realizó a medianoche del domingo en el asentamiento.
Una musa de Berlanga
Se reunían en el Pub Inglés de El Corte Inglés de Raimundo Fernández Villaverde. Charlaban sobre lo divino y lo humano y, sobre todo, se aprovechaban de las estupendas vistas que ofrecía el local sobre la planta de caballeros de los grandes almacenes.
PATRICIA GOSÁLVEZ | Madrid