El conflicto iraquí
Varios manuales del Ejército británico sobre cómo interrogar a prisioneros, a los que ha accedido el diario The Guardian, recomiendan el uso de técnicas contrarias a la Convención de Ginebra de 1949 relativa a la protección de civiles en tiempos de guerra.
Tarek Aziz, el hombre que fuera la cara amable del régimen de Sadam Husein, fue condenado ayer a morir en la horca. Cabizbajo y muy desmejorado, Aziz escuchó cómo un juez del Tribunal Superior de Irak leía la sentencia que le responsabiliza de crímenes contra la humanidad por la persecución de miembros de partidos islamistas chiíes durante el Gobierno del dictador.
Con seis días por delante hasta la fecha de la votación, los demócratas aún confían en mantener, aunque sea por una mínima diferencia, la mayoría en el Senado y no descartan conservar también el control de la Cámara de Representantes. La realidad es que, incluso en ese improbable escenario, el Congreso que surja de estas elecciones será más polarizado, más extremista y hará casi imposible la tarea de gobernar.
La protesta social en Francia
Pierron Rudy, estudiante de sociología, de 25 años, admitía que la protesta de ayer frente al Senado, en el corazón de París, no había resultado un clamoroso éxito de convocatoria. Unos 1.000 jóvenes, la mayoría universitarios, gritaban a los senadores que, más allá del cordón policial, votaban el texto definitivo de la reforma de las pensiones, que hoy, a su vez, será aprobada, solemnemente y por última vez, por la Asamblea Nacional.
Al menos 108 personas han muerto y 502 permanecen desaparecidas como consecuencia del tsunami provocado por el terremoto que el lunes sacudió el oeste de Sumatra y que arrasó varias islas del archipiélago de Mentawai. Un fuerte seísmo, con una magnitud de 7,5 grados en la escala de Richter, se registró a última hora del lunes a 78 kilómetros de Pagai Sur, en las Mentawai.
Nayem el Gareh, el chaval muerto el domingo en las afueras de El Aaiún, fue enterrado el lunes por la noche, casi a escondidas, para evitar que el sepelio se convirtiera en una manifestación de protesta contra la actuación de las fuerzas de seguridad.