Adiós al teléfono rojo. Barack Obama y Dmitri Medvédev han decidido sustituirlo por Twitter. El viejo instrumento, mitad realidad mitad ficción, que conectaba a la Casa Blanca y al Kremlin en los sombríos años de la guerra fría para contener in extremis el estallido de un conflicto, ha dado paso al mucho más festivo y transparente nuevo medio de comunicación descubierto por el presidente ruso en su gira por Silicon Valley.
A finales de 2008, poco después de haber ayudado a evitar una catástrofe en Irak, el general David Petraeus se preparaba para la otra guerra estadounidense. "Siempre he dicho que Afganistán sería la lucha más dura", afirmó Petraeus en aquel momento.
Cinco jóvenes musulmanes estadounidenses fueron condenados ayer a 10 años de cárcel por un tribunal de Pakistán que los encontró culpables de actos terroristas y vinculación con Al Qaeda. Los cinco son estudiantes residentes en los alrededores de la ciudad de Washington y tienen entre 19 y 25 años.
El ministro griego de Orden Público, Michalis Chrysohoidis, salió ayer ileso de un atentado con paquete bomba que explotó junto a su oficina y provocó la muerte de uno de sus colaboradores más cercanos, según informaron ayer las autoridades. Todo indica que el ataque iba dirigido contra él.
Con la aparente mayoría holgada que da el apoyo de populares, socialistas y liberales en el Parlamento Europeo (533 eurodiputados sobre un total de 736), la presidencia española daba ayer por prácticamente hecho el acuerdo para el acceso de los responsables de la lucha antiterrorista de EE UU a datos bancarios de ciudadanos europeos.
Julia Gillard se convirtió ayer en la primera mujer que asciende a la jefatura del Gobierno de Australia. Su nombramiento marcó también un hito mundial: es la primera vez en la historia que tres mujeres se colocan al frente de las administraciones de sus países en apenas tres días.
JAIME CORDERO | Lima
Mientras que los Gobiernos de Perú y Ecuador se niegan a otorgar poderes especiales a los nativos, Bolivia les da el derecho a tener su propia justicia