Dillon, Carolina del Sur. Apenas 6.500 habitantes que trabajan en el cultivo del tabaco y el algodón, en el pequeño comercio o en unas pocas industrias pequeñas y medianas. Poca cosa, nada realmente atractivo excepto tal vez que es el lugar donde creció el presidente del banco central de EE UU, Ben Bernanke, el hombre que probablemente acumula más poder al frente de la economía norteamericana, y eso equivale a decir mundial.
Warren Buffett vuelve a frotarse las manos. La paciente estrategia que caracteriza al oráculo de Omaha -una de las mayores fortunas del mundo- aportó buenos resultados en el segundo trimestre a Berkshire Hathaway, el vehículo financiero que utiliza para ejecutar sus inversiones.
Una tupida cortina, como el telón de un teatro, tapaba la puerta acristalada tras la cual se celebró ayer en El Prat de Llobregat la junta de accionistas de La Seda de Barcelona -una de las históricas multinacionales catalanas del sector químico- , que por primera vez prohibió el acceso a la prensa.