Mucho oficio, menos beneficio
A pocas personas les resulta normal que una llamada les saque de la cama a las tres de la madrugada. A Eugenio Ribón, sí: es abogado del turno de oficio y está de guardia. Por eso, desde las diez de la noche del miércoles hasta la misma hora del jueves su teléfono puede sonar en cualquier momento.